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En General Rodríguez ya casi no hay días completamente tranquilos, cuando no se trata de un accidente o un robo, alguien genera violencia sin sentido, aunque esta vez, se trató de un enfermo mental que en una discusión familiar tomó una escopeta 12/70 y le disparó a su propio padre, hiriéndolo en la pierna izquierda, para luego darse a la fuga.
La propia hermana del joven de 23 años, de nombre Jonathan Gabriel Díaz, de 23 años, fue la que alertó a la policía, que estaba a 100 metros de la vivienda ubicada en Tomás Garrone, entre Antártida Argentina y Storni. Dado que eran las 17:15 hs, el móvil policial estaba cubriendo la salida de los chicos de la Escuela N°10, ubicada en Hernández y Alberdi. Escopeta 12/70 Remington
La policía (cuatro móviles de distintas divisiones, al menos) se dirigió al lugar y constató la herida del hombre, quien fue derivado luego para su atención en el hospital. Mientras, se ubicó al joven agresor, quien huía con la escopeta en mano y al verse perseguido, disparaba contra la policía.
Vecinos y maestras dijeron verlo corriendo por la calle haciendo disparos (con madres y nenes caminando al salir de la escuela), lo que causó una sensación de caos y miedo en los vecinos, que no entendían de qué se trataba, pero huían. Una maestra contó que fue hasta la escuela para advertir y que metan a todos dentro de la institución, para evitar males mayores. Alrededores de la plaza de Vengochea
Díaz se subió a una moto Zanella RX, dominio 759JYL y trató de escapar, descartando la escopeta en el camino, pero al continuar siendo perseguido, se metió en una vivienda (que sería ajena) y se escondió en un dormitorio, aparentemente bajo una cama. Allí ingresaron los oficiales y lograron detenerlo, secuestrándole además, una faca que tenía en su poder.
Aquí no termina la historia, porque ya en la Comisaría 2°, habiendo pasado la cuestión a su etapa judicial (se lo procesó por Abuso de Armas, Lesiones y Tenencia de Arma de Guerra), se presentó la madre del hombre y mostró papeles que acreditan su enfermedad, que sería un tipo de esquizofrenia y dado que el padre no presentó cargos, que no hubo otros afectados y que estaba dado de alta para ese entonces, se lo tuvo que liberar. Ahora estaría en Open Door, aunque hay quienes en el barrio desconfían de la seguridad de su internación allí.
Sin embargo, habría que ver qué establece la justicia para un caso así, ya que ni el arma estaba registrada a su nombre ni la moto era suya, de hecho, la moto fue reportada como robada el 2 de julio en jurisdicción de la Comisaría 1°. ¿Qué hacía con un arma y una moto que no eran suyas? ¿Cómo llegó a obtener estos bienes una persona con esa situación mental?
A muchos vecinos que hablaron con el medio les pareció llamativo y poco seguro que se establezca tan rápido la situación, ya que si bien la Ley lo avala, habría que establecer más responsabilidades a fines de evitar que se descontrole la situación y también para evitar que algún tipo de banda utilice a personas como el imputado en esta causa.