Compartí en las redes
El lunes fue feriado, pero a la tarde hubo vecinos que reportaron una fiesta que sucedía en una quinta, de la cual salía música electrónica. Se montó un operativo alrededor, pero tras un rato de vigilancia, el operativo se retiró. Finalizado el evento, que sería un cumpleaños de un joven conocido de la ciudad, algunos se preguntaban si en esa enorme quinta se volverá frecuente el tema de las fiestas de este tipo, muchas veces ligadas a situaciones polémicas. Custodia alrededor de la fiesta.
Nos acercamos al lugar y nos encontramos con un importante operativo con patrulleros del COM, del área de Tránsito municipal y la Policía Local. Los efectivos habían rodeado una quinta muy grande, apostaron sus unidades en todas las bocacalles por donde podían entrar o salir los alrededor de unos 70/80 autos que estaban estacionados y sus propietarios participaban de la fiesta.
Se dijo que en la quinta se festejaba el cumpleaños de un conocido vecino de General Rodríguez, y que para ingresar se cobraba 300 pesos la entrada. Al lugar se habían acercado el director de Tránsito, Luis Billone, el subcomisario Ibarra (Segundo en la Policía Local) y al director del COM, Miguel Groccia.
Ellos coincidieron en afirmar que esperarían hasta la hora 20:30, ya que les habían dicho que a esa hora terminaría el evento e iban a controlar a los conductores por el tema de alcoholemia y solicitarán los papeles de los vehículos, argumentaron que al no tener orden de allanamiento no podían hacer otra cosa.
Por otra parte llegó el dato de que la propiedad sería de un conocido dirigente gremial del orden nacional. Policía presente acompañando el operativo, que terminó antes de la salida total de los presentes
Pero lo que no quedó claro es que alrededor de la hora 19:45, un patrullero de la Comisaría 1ª, que no participaba del operativo, llegó y paró en la propia entrada de la quinta y conversó con alguien de la puerta y luego se retiró, éste accionar de los efectivos del patrullero, molestó al director de Tránsito, a quien se le escuchó decir: “Que hacen ahí, si dijimos que en la puerta no nos íbamos a parar” (quizás para no alertar de la presencia), luego habló con ellos y se fueron.
Unos minutos más tarde del interior de la quinta salió el vecino anfitrión de la fiesta, que se acercó a retirar un pantalón largo de un auto (el clima estaba fresco) y se arrimó a los efectivos policiales ofreciéndoles, muy amablemente, si querían que les enviara alguna gaseosa o algo para tomar, nadie aceptó. Quien sería el cumpleañero, se retiró tranquilo hacia adentro.
Pocos minutos después en la zona se produjo un gran apagón, quedó todo a oscuras y por ende la música quedó en silencio. El corte de energía eléctrica no nos llamó la atención, es más, ya es algo habitual en General Rodríguez. Lo que sí llamó mucho la atención, fue que de inmediato los responsables del operativo nos hicieron saber a nosotros y a sus subordinados, que se levantaba el operativo/control, fue una sorpresa, porque un par de horas antes, estaban muy convencidos de lograr resultados allí.
Pensamos que era por la oscuridad reinante y preguntamos ¿Quién ordenó levantar el procedimiento? La respuesta fue: “no, nadie, nadie”, “vamos a dejar un patrullero allá y otro allá, y controlaremos”, y en pocos minutos comenzaron a abandonar el lugar, todas las unidades (unas 7 u 8) que hacían guardia desde hacía varias horas. Aún quedaban varios autos estacionados en la puerta de la quinta.
Por supuesto, más allá que éste accionar nos dejó muchas dudas y preguntas.