Otra vez la inseguridad de la mano de la saña. Ese huracán de crueldad sin control, el arma más lastimosa de los delincuentes. Esta vez la información la dio a conocer la familia de las víctimas, Lydmyla, de 63 años y Victor de 64, que forman un matrimonio ucraniano que llegó al Barrio Vista Linda hace 17 años. Detrás de la casa que habitan, con esfuerzo construyeron cuatro cuartos que alquilan a eventuales moradores.
El hecho tardó en trascender, porque lo avisó una familiar de las víctimas. El pasado martes 11, en horas del mediodía, Víctor se encontraba en su casa. Luego de traspasar el portón del frente, que se encontraba abierto, un hombre de unos 40 años, morocho, de barba y bigotes, vistiendo campera negra, gorra y lentes de sol, le golpeó la puerta. Al abrirla y preguntarle que necesitaba, el visitante consultó si tenía disponible una de las piezas. El dueño de casa le respondió que volviera luego, cuando estuviera su esposa (desconociendo que ésta ya había regresado).
Seguidamente, el extraño le solicita un balde con agua para el vehículo, Víctor accede, sale de su casa y se lo entrega. Luego regresó a su casa dejando la puerta abierta, fue entonces cuándo dos sujetos aprovecharon la oportunidad e ingresaron, tomándolo por sorpresa. Uno de ellos lo tomó del cuello y le tapó la boca. En ese instante comenzó un forcejeo, cuando el cómplice le pide que se calle apuntándolo con una pistola. De repente alguien lo golpeó por detrás, dejándolo casi desmayado.
Luego lo trasladaron a la habitación, lo maniataron (pies con manos), lo amordazaron y lo comenzaron a golpear para que les entregara dinero. A la esposa le hicieron exactamente lo mismo y con una pinza le aflojaron algunas piezas dentales, ya que les decían que les iban a sacar todos los dientes.
Con esa misma pinza les quisieron cortar los dedos. No lo consiguieron, pero se los apretaron bastante. Después de revolver todo, uno de los delincuentes habló por handy con un cómplice, pidiéndole que metiera el automóvil (de color rojo, modelo nuevo) de culata dentro de la finca.
Allí comenzaron a cargar las pertenencias. Les sustrajeron dólares y pesos, un celular Samsung y las llaves de su domicilio. Los ladrones responden a la siguiente descripción: hombre, 35 años aproximadamente, 1.70m de altura, robusto, con gorro, tez blanca, cara redonda y ojos negros. Hombre, 40 años aproximadamente, morocho, 1.75m de altura, sin barba, pelo corto negro que utilizaba guantes de albañil de tela.
