Por decisión del Gobierno Provincial, los chicos podrán usar celulares en las aulas bonaerenses

Se derogó la Resolución que lo prohibía y que regía desde el año 2006. La iniciativa, que generó polémica, apunta a integrar la "tecnología como herramienta de estudio".

La globalización que han permitido las nuevas tecnologías son una realidad. Han modificado la vida de las personas y han generado una enorme red en la que cada individuo está conectado, todos los días y a toda hora. La interacción e integración que promueven están reflejadas por las estadísticas, cada vez más contundentes. Los niños no son la excepción, de hecho, se sumergen en este mundo digital cada vez a menor edad. Los estudios de UNICEF indican que el 90% de los chicos utilizan celulares y de ese porcentaje, poco más de la mitad está conectado todo el día. Seis de cada diez se comunican con ese dispositivo y ocho de cada diez usan Internet.En eso se apoyó el director de Educación provincial, Alejandro Finocchiaro para presentar sus nuevas estrategias para el sistema educativo. Con la intención de integrar "la tecnología como herramienta de estudio", apunta a pasar de una forma de enseñanza del siglo XIX a una "del siglo XXI". Para hacerlo, derogó la Resolución 1728, que regía desde 2006 con la gestión de Felipe Solá como gobernador y que prohibía la utilización de teléfonos celulares en las aulas de todo el territorio bonaerense. Así, los chicos estarán habilitados a usar dichos dispositivos en plena clase. No sólo eso, con esta medida, podrán llevar a la escuela notebooks, tablets, y cualquier otro aparato digital. Se aplicará tanto en el nivel primario como secundario de todas las escuelas de la provincia, privadas y públicas. "El docente sigue siendo el factor fundamental de la enseñanza y es quien tiene que guiar las estrategias para poder utilizar las tics (tecnologías de la información y la comunicación) en las aulas. Es fundamental para el progreso educativo que propone el siglo XXI que se acabe con la figura de que es el maestro quien imparte conocimientos de manera activa y el alumno lo recibe de manera pasiva", comenta Finocchiaro.La Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, además, acompañará esta iniciativa con capacitaciones constantes a educadores y generará una plataforma online de contenidos educativos para docentes y alumnos. Para lograrlo, deberá extender la conectividad en las escuelas (sólo el 25% de las 14.683 que hay en la provincia) tiene algún espacio propicio. El compromiso es llegar a todos los establecimientos con la red a fines de 2017. Cada colegio dispondrá como usar los dispositivos de la manera que mejor le facilite la enseñanza y el aprendizaje. A diferencia del Plan Conectar Igualdad (que entregó casi 3 millones de netbooks pero que cesó este año), cada alumno llevará sus propios dispositivos a clase y promoverán que los compartan con aquellos compañeros de aula que no tengan. Si bien Roberto Baradel, secretario general de SUTEBA (Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires) mostró aceptación con la medida, advirtió que se preste atención a ese tema: "Que la tecnología no termine siendo un elemento de discriminación en el aula: no todos los nenes tienen el mismo celular o un celular inteligente. El Estado debe intervenir para igualar. En ese sentido, Conectar Igualdad era un buen programa". El levantamiento de la prohibición y el aval para la utilización de la tecnología en el ámbito educativo ya despertó polémicas de todos los tipos. El modelo que intentan desarrollar las autoridades provinciales ya se aplica en Nueva Zelanda y Estados Unidos, aunque hay casos como el de Finlandia, donde se desactivó un programa similar por considerar que traía más problemas que soluciones.