A una vecina le gatillaron tres veces en ocasión de robo en Agua de Oro

Fue a una docente de un jardín del barrio a quién primero quisieron robarle. Los tiros no salieron. "Tengo mucho miedo de circular sola", dijo la víctima, aterrada.

La inseguridad ya llega a límites que cada vez se exceden más y lamentablemente nos acostumbramos a ello. Un hecho aterrador le sucedió a Silvina, una docente del Jardín de Infantes N°909 sobre la calle Rivadavia, metros antes de llegar a la esquina con Corsini. Un hecho de esos a los que refiere la recurrente frase "Salís a la calle pero no sabés si vas a volver". Ladrones en moto, de manera grupal, aterrorizando vecinos en los barrios del Este. Una vez más, Agua de Oro Caminaba por allí cuando se acercaron a ella seis hombres (de entre 20 y 25 años de edad según la víctima) en tres motocicletas que al grito de "Dame todo" la amedrentaron para robarle.

Ella hizo caso omiso a esto y siguió caminando, pero al llegar a la esquina una de las motos se adelantó y uno de los sujetos, apuntándola con un arma de fuego, gatilló tres veces pero el disparo no se efectuó al tiempo que Silvina corría detrás de una camioneta estacionada para esconderse. Finalmente, los seis individuos huyeron en las tres motos, cada una en diferentes direcciones.

Según el testimonio de la víctima del hecho, que realizó la denuncia correspondiente, una de las motos era negra y sus ocupantes vestían una remera azul y el otro una roja. Cree que "estaban alcoholizados o drogados" ya que también le arrojaron una botella cuando ella estaba escondida detrás de la camioneta y que impactó sobre el vehículo.

"Ya me habían pedido la cartera pero seguí caminando como si no hubiese pasado nada, creí que sólo era para intimidarme. El que sube a la vereda con la moto pega la vuelta como volviendo a la esquina, le grita algo al otro y me apunta tirándome. Me tiraron a muy poca distancia. Apretaba el gatillo y no salía nada. Yo estaba a menos de diez metros, cerré los ojos y no vi más nada. Ellos se insultaban entre ellos y ahí es cuando sale el vecino a la puerta de la casa y me deja entrar", relata.

"Tengo mucho miedo de circular sola. Casi me matan. Nunca me había sucedido algo así y menos sin respetar la vida ajena. El dueño de la camioneta me ayudó cuando se fueron, me asistió en su casa", contó. La mujer realizó la denuncia en la Comisaría 2° y las investigaciones aún no tienen sospechosos. Hace menos de una semana asesinaron en el mismo barrio a un adolescente que presuntamente estaba vendiendo drogas. La violencia en el barrio está escalando y cada vez más se requiere una avanzada de la justicia, ya que más de una vez se han pedido allanamientos, pero se demoran en la justicia y cuando llegan, los resultados son parciales o rápidamente las bandas consiguen "reemplazos". El enojo es tal, que en el Municipio se han realizado fuertes críticas al proceder en este sentido. Esta semana el Intendente Kubar se reunió con el Fiscal General y planean una estrategia, según llegó en un comunicado, la cuestión, de todos modos, parece ser la lejanía que hubo durante los últimos años por parte del Estado y la complicidad mientras estos grupos se fueron instalando.