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Tiene 30 años, es cinco veces campeona nacional y la primera argentina en obtener el título de Maestra Internacional Absoluta. Sin embargo, no viajará a la máxima cita por una cuestión extradeportiva.
Es quizás, la deportista rodriguense de mayor importancia. Claro, quizás su nombre para muchos no suena porque se dedica a una disciplina que lejos está de integrar las más populares en nuestro país, pero quienes siguen su trayectoria saben que se trata de una eminencia en ajedrez.
María Carolina Luján (31) nació en General Rodríguez y dio sus primeros pasos en el Club Alem. Distinto de lo que eligen otras niñas, optó por jugar ajedrez y pronto se convirtió en una de las mayores promesas. De muy joven empezó a confirmar lo que todos esperaban de ella y hoy es la jugadora más reconocida a nivel nacional.
Obtuvo el Campeonato Argentino en cinco oportunidades (2000, 2001, 2004, 2006 y 2015), fue campeona continental en 2003 y 2014; y en 2007 se transformó en la primera argentina en obtener el título de Maestro Internacional Absoluto, que ostentará de por vida.A pesar de todos esos laureles, Luján no se presentará en el Mundial de Irán, a disputarse en su capital, Teherán, en febrero próximo. Y nada tiene que ver lo deportivo, sino más bien lo cultural: rechaza la imposición obligatoria de que las 64 clasificadas utilicen el hiyab, el velo que cubre la cabeza y el pecho de las mujeres musulmanas."Mi intención es siempre participar de los torneos mundiales, para eso juego y lucho para clasificar, pero estoy preocupada por la situación. He leído diversos artículos y opiniones sobre las condiciones de juego que nos esperan en Irán, realmente me da miedo que un malentendido o desconocimiento de la cultura del país provoque una ofensa que me lleve a la cárcel o algo peor", le dijo la rodriguense a Agencia Télam. Y agregó que aunque le expuso sus preocupaciones a la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez), "la sede fue ratificada".
La jugadora siguió: ""Creo que FIDE no debería organizar el Campeonato del Mundo en un país que no garantiza la seguridad de las jugadoras. Tampoco deberíamos sentirnos incómodas durante la competencia y mucho menos renunciar a nuestras creencias, valores y convicciones por la obligación de usar el velo que cubre la cabeza o prohibirme preparar las partidas con mi entrenador hombre en un lugar cerrado". Y agregó: "En Argentina respetamos las diferentes culturas y orientaciones religiosas, políticas, sexuales. Por ejemplo, no obligamos a las musulmanes a sacarse el hijab, respetamos su elección, por eso recíprocamente no quiero ser obligada a usarlo. No creo que usarlo sea una muestra de respeto".
Por último, señaló: "Ante todo lo expuesto quiero dejar en claro que yo no pretendo boicotear un Campeonato del Mundo, quiero jugarlo, pero quiero hacerlo en las condiciones que merecemos, acorde a los derechos humanos y a valores del deporte olímpico, en el marco del respeto y la libertad de expresión y elección".El cupo que deja Luján lo ocupará Ayelén Martínez, una riojana que está tercera en el ranking nacional (la rodriguense es la número 1).
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