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En los últimos días, varios vecinos comunicaron que habrían recibido la comunicación de la empresa Mastellone de que no se les venderían más productos a los almacenes de barrio que compraran bajo un cierto mínimo económico de productos. Desde la industria, fieles al perfil bajo, decidieron no emitir opinión.La situación no sólo se está tensando a nivel laboral en los pasillos de la fábrica láctea. También ahora se agrega cierta sorpresa y enojo por parte de comerciantes que estarían afectados por una decisión unilateral de dejar de vender productos a almacenes con un límite de compra que baja de un cierto punto (algunos mencionaban los 2-3 mil pesos por mes, un monto bastante bajo).
Los lácteos se habrían dejado de distribuir en almacenes de barrio que tenían bajo promedio de compra.
En total, serían alrededor de 50 comercios los afectados por la decisión, pero como estos no tienen una representación grupal, la cuestión no quedó muy definida. No queda claro aún si se trata de una de las decisiones marcadas por la llegada de Arcor que incrementa su participación accionaria y así también va ingresando paulatinamente en el impulso del perfil que pretende para el futuro de la firma.
Mientras, algunas de las repercusiones se vieron por las redes sociales, donde hubo gente que manifestaba la molestia en base a que no les habrían dejado negociar o pasar a comprar más, ya que la decisión era la de removerlos del reparto sin margen de un paso superador.
Otros comerciantes sugerían dejar de comprar productos de La Serenísima y pasar a comprar otras marcas, lo cual llama la atención, siendo la ciudad del país más identificada con este tipo de industria y su fábrica.
Desde el medio tratamos de generar un contacto con Mastellone para conocer la opinión de la gerencia al respecto, pero no habrá comunicado emitido al respecto por el momento. Los comerciantes más pequeños plantean que si dejan de recibir el reparto en puerta, tendrán que comprar a precios superiores y sin respetar la cadena de frío con la certeza de las entregas habituales.
Este tema podría también afectar la cantidad de empleos que se toman para estos repartos.
Los lácteos se habrían dejado de distribuir en almacenes de barrio que tenían bajo promedio de compra.
En total, serían alrededor de 50 comercios los afectados por la decisión, pero como estos no tienen una representación grupal, la cuestión no quedó muy definida. No queda claro aún si se trata de una de las decisiones marcadas por la llegada de Arcor que incrementa su participación accionaria y así también va ingresando paulatinamente en el impulso del perfil que pretende para el futuro de la firma.
Mientras, algunas de las repercusiones se vieron por las redes sociales, donde hubo gente que manifestaba la molestia en base a que no les habrían dejado negociar o pasar a comprar más, ya que la decisión era la de removerlos del reparto sin margen de un paso superador.
Otros comerciantes sugerían dejar de comprar productos de La Serenísima y pasar a comprar otras marcas, lo cual llama la atención, siendo la ciudad del país más identificada con este tipo de industria y su fábrica.
Desde el medio tratamos de generar un contacto con Mastellone para conocer la opinión de la gerencia al respecto, pero no habrá comunicado emitido al respecto por el momento. Los comerciantes más pequeños plantean que si dejan de recibir el reparto en puerta, tendrán que comprar a precios superiores y sin respetar la cadena de frío con la certeza de las entregas habituales.
Este tema podría también afectar la cantidad de empleos que se toman para estos repartos.
