Ya pasó más de un mes del hecho y la investigación, aunque hizo avances, ha reunido pocas confirmaciones o datos concretos. Pintos, por su parte, continúa con la bala alojada en su cuerpo.
Más de un mes después del hecho, las certezas no son las que se esperaban en el caso de Facundo Pintos, el joven rodriguense de 19 años que había ido a Luján a visitar a su novia y al volver,
fue baleado por dos sujetos en su huída tras robarle la moto.Pese a que se hicieron allanamientos en el barrio Parque Yrigoyen y se detuvieron sujetos con antecedentes en hechos similares, todavía no se pudo esclarecer quién fue el que apretó el gatillo del revolver calibre 32 que hirió a Pintos en su omóplato y que lo tuvo en Terapia Intensiva por haberle perforado un pulmón. El arma fue incautada días despúes en una vivienda del barrio Los Viveros.
Según publicó el diario El Civismo, más allá de haber sido intervenido quirúrgicamente, la bala todavía sigue alojada en su cuerpo y se estima que la tendrá allí toda su vida. Los detenidos siguen presos, aunque por delitos entre los que está incluído el robo calificado de motos. En rueda de reconocimiento, el joven sólo pudo identificar a uno de los hombres, como el cómplice que esperó en una moto mientras se producía el robo. Sería, de acuerdo a El Civismo, un individuo de apellido Flores con el que Pintos ya se conocería previamente. Del que efectuó los disparos, nada se sabe.
También, en la investigación policial no han podido establecer si la bala que hirió a Pintos coincide con el revolver incautado. Al no poder extraérsela de su cuerpo, no pueden determinarlo. Serviría también para relacionar el robo al joven con varios hechos delictivos producidos en una seguidilla que tuvo lugar en los tres días previos, donde hasta la dispararon a una mujer.
Por lo pronto, se cree que entre los otros detenidos está quién jaló el gatillo. Flores ya fue descartado de esa posibilidad, aunque la pena sería la misma también para él.
