Ambos eran albañiles de avanzada edad. Uno tenía 65, el otro 70 años, y al momento de ser asistidos por personal médico ya se encontraban sin vida. Aún buscan establecer más detalles de sus muertes.
El fin de semana dejó dos hechos muy tristes y similares. Se trata del fallecimiento de dos albañiles de avanzada edad mientras hacían reparaciones en sus casas.
El domingo 26 de febrero, en el barrio Los Aromos, falleció José Abalde Fernández, un albañil de 65 años que se encontraba clavando unas maderas en una casilla que poseía en las calles Sarmiento y Libertad.
Otra foto de la casa que estaba ampliando José Abalde Fernández.
Allí, montó un andamio con dos escaleras en cada extremo y un tablón donde se paraba para realizar el trabajo. Como el terreno no estaba nivelado, debajo de una pata de unas de las escaleras había un ladrillo para que el andamio se mantenga estable.
Todavía se desconocen las causas pero lo cierto es que Abalde Fernández terminó en el suelo, boca abajo, con la cabeza sobre ese ladrillo, con una herida cortante y restos de sangre. Así lo encontró un vecino que lo dio vuelta para saber si estaba con vida y al no hallar reacción alguna, decidió ir cerca de las 21.30 a la base del Comando de Patrullas para informar lo sucedido.
Personal policial y una ambulancia de EME 24 constató su muerte. Se investigaba si habría sido una afección cardíaca lo que produjo su deceso o bien el golpe de su cabeza con el ladrillo. Lo cierto es que el día de ayer se realizó la autopsia para determinarlo aunque no trascendió de manera oficial los resultados arrojados.
Segun dicen sus vecinos, estaba ampliando su casa para mayor comodidad del hijo con el que vivía, de 10 años de edad y que por estas horas aún no se definió con quién será reubicado, dado que el resto de su familia padecía distintos problemas por los cuales el había elegido vivir con su papá. Habrá que ver si el Servicio de Niñez local actúa en estos casos y qué resolución toma en pos de obtener el mejor hogar para el niño.
También, diversos testimonios del vecindario aseguraron que la asistencia médica tardó mucho en llegar, y que fueron los propios vecinos quienes acompañaron al hijo de Abalde Fernández y lo contuvieron, dado que el cuerpo de su padre estaba justo frente a la casa.
Dos días antes, el viernes 24 de febrero cerca de las 15.30, se informó a la Policía desde el Hospital Vicente López que el albañil Federico Villanueva, de 70 años, había ingresado fallecido al nosocomio.
Al parecer, el hombre (domiciliado en Ciudad Evita), estaba realizando unos arreglos en la casa de su hija, sobre la calle Del Artesano al 1100, en el barrio Maravillas del Oeste.
Villanueva estaba ocupado haciendo unas reparaciones en el techo, colocando hidrófugo en la carga, habiendo comenzado el trabajo a la mañana. Su hija subió a acercarle un poco de agua cuando no logró hallarlo y lo terminó encontrando en el piso de un terreno lindero.
Su familia lo llevó en un auto al hospital pero desde allí los profesionales aseguraron que llegó sin vida. También informaron que el hombre sufría de diabetes e hipertensión arterial. Se solicitó una autopsia para determinar qué causó su caída del techo en el que se encontraba.