Luego de que esta semana se reiniciara el reclamo de los trabajadores por despidos y suspensiones de la empresa, la Justicia dispuso la intervención policial con un importante operativo que no tuvo necesidad de enfrentamiento. Los manifestantes, que interrumpían el ingreso y egreso de camiones al matadero, liberaron la zona de forma pacífica y sin disturbios.
La mañana del pasado miércoles 19 de abril amaneció con un nuevo corte de la Ruta 28 por parte de los trabajadores del frigorífico Deltacar, como nueva medida de fuerza por el reclamo que iniciaron hace más de un mes tras una serie de despidos y suspensiones.
Luego de que no se expidiera la conciliación obligatoria que habían pedido al Ministerio de Trabajo y de que la empresa retomara su producción, cada vez con mayor intensidad, decidieron interrumpir no sólo el tránsito de dicho acceso sino también el de la puerta del matadero, para evitar el ingreso y egreso de los camiones con la carne.
Luego de varias instancias de diálogo, la fiscalía dirigida por el fiscal Federico Luppi (UFI N°10) les solicitó la liberación de la ruta, a lo cual el grupo de trabajadores accedió con predisposición, pero sin liberar la entrada del matadero.
Así, la Justicia aceleró su accionar debido a que el ganado dentro del predio podía perder estado y terminar no pudiéndose realizar la faena, como también al hecho de que se le podía causar un daño extra al ganado y ser considerado, por distintos sectores proteccionistas, como maltrato animal. Fue entonces que se dieron dos días de intensas negociaciones en los que Luppi dialogó con los manifestantes en el lugar e incluso se convoctó desde la misma fiscalía a representantes de la Deltacar, Top Meat (empresa contigua que pertenece a los mismos dueños y se dedica al procesamiento y corte final de las medias reses que salen de Deltacar) y de los trabajadores despedidos. Sin embargo, no se logró acuerdo alguno y por eso, se pidió la orden judicial que permitiera el desalojo de la puerta del matadero, algo que está considerado un delito.
El jueves 20 de abril por la noche, la jueza de garantias Celina Ardohain expidió el documento y el viernes 21, cerca de las 5 horas, más de 100 efectivos de la Policía Bonaerense, de varios grupos GAD, y del cuerpo de Infantería (montada a caballo) se presentaron en el kilómetro 2,5 de la Ruta 28 para desalojar la entrada de Deltacar y, sin enfrentamiento, los trabajadores se retiraron.
En el procedimiento, quedó detenido uno de los manifestantes que se encontraba armado con un revolver calibre 44 y un rifle. En principio, no habría tenido la autorización para la portación de dichas armas de fuego, incluso fuentes judiciales explicaron que por el rifle, la portación sólo suele tenerla personal de fuerzas de seguridad. Quedó aprehendido e imputado por portación ilegal de armas de guerra a la espera de la comprobación de antecedentes y si el hombre tenía la documentación correspondiente por dicho armamento.
Desde la fiscalía destacaron el trabajo del Jefe Departamental de la Policía Bonaerense, Angel Bello (reemplazó hace semanas a Oscar Darío Lutte) por la rapidez con la que armó el cuerpo de efectivos policiales (vinieron desde diversos distritos como La Plata) y aseguraron que la empresa, que tiene la llave para destrabar la situación, se comprometió a mantener abiertos los canales de diálogo con los trabajadores despedidos que, según la Justicia, tuvieron toda voluntad para evitar conflicto y no hubo "ni que levantar la voz" para que desalojaran el predio, más allá de su enojo por no poder continuar con el reclamo.