Fue durante la madrugada del viernes 26 de mayo sobre la Avenida del Libertador. Lejos de distraerse, su atención le permitió percatarse de una situación delictiva.
Así quedó el tablero de herramientas. Al parecer, el delincuente volvía para llevarse las que no pudo cargar en un principio.
Era la madrugada del viernes 26 de mayo cuando un hombre, que esperaba el colectivo en una parada de la Avenida del Libertador, se percató de una situación delictiva que terminó en una denuncia en la Comisaría.
Tras varios movimientos extraños, pudo darse cuenta que un sujeto desconocido había ingresado al taller de su vecino, Walter, de 41 años, que vive en un terreno lindero a su domicilio, en la calle Libertador, en el barrio Altos del Oeste.
Con algunos gritos, decidió avisarle y el dueño de la casa salió justo cuando el delincuente regresaba para llevarse más cosas. Terminó huyendo al ver que las víctimas ya habían tomado conocimiento de la situación.
Más allá de todo, a la víctima le faltaron más de veinte herramientas de su taller. Su vecino, que esperaba el transporte público, ya había sido víctima de un robo recientemente cuando le llevaron una bicicleta de su hijo.
Días despúes, en el barrio trascendió que entraron a la casa de otra persona y sustrajeron dos bicicletas y un microondas. "Hacía rato que no es escuchaba que entraran a robar a las casas", dice Walter, que radicó la denuncia correspondiente por su hecho. Aún resta investigar si los responsables de cada delito ocurrido son los mismos.