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En los últimos años, muchos vecinos nos han consultado diversas cuestiones referentes a las obras realizadas y los inconvenientes renuentes en las rutas 7 y 24 del distrito, dos de las más transitadas, pero además, las dos que más dificultades suelen plantear. Las autoridades del área de Planificación nos brindaron los datos referentes a los últimos años de obra y a las razones por las cuales quedan distintos lugares que son más irregulares o hasta peligrosos a raíz de la falta de mantenimiento. Muchos de los datos, se conocen por primera vez.Lo más difícil de saber para el vecino común es que mientras los ciudadanos piensan en que el dinero provincial o nacional salen del mismo lado, en la realidad, los fondos salen de distintas "carteras". Es decir, que Vialidad tiene un presupuesto general y quizás otra área de infraestructura, con otro presupuesto que puede ser menor, tiene disponibles fondos de manera más fácil. Por esto se puede dar que sea más fácil conseguir una obra de construcción de un teatro por casi 50 millones de pesos, que el arreglo de una ruta completa o de un barrio, por más de 200 millones. A su vez, se agregan decisiones políticas, de dar prioridad a una obra grande de agua y cloacas o de hacer caminos. Esto siempre plantea conflictos. Ante tanta necesidad, la obra que se hace en un lugar es la que se deja de hacer en otros diez. Para empezar a detallar la situación de las dos rutas mencionadas hay que decir que en las dos hubo obras iniciadas durante el final del gobierno pasado. Se aclaró que la relación con Vialidad es ágil, pero que todo tiene su camino burocrático. Cuando se realizan obras sobre estas rutas, hay que saber que las capas originales de la base de las rutas son muy importantes para lo que se les coloque arriba.
Las dos rutas (7 y 24) tienen obras originales de muchos años atrás, se nos dijo que la Ruta 7 tiene una de la década del '60, la cual genera que los arreglos que se hacen arriba duren menos. Hacer ambas rutas "de cero", llevaría presupuestos mucho mayores que difícilmente Vialidad acepte, salvo que fuera una gestión conjunta de muchos municipios. Hoy, la prioridad en "obras hechas desde cero", las tienen otras rutas provinciales. Entonces pasemos a repasar las situaciones de las obras y licitaciones de los últimos años, para saber en qué quedaron. Por otro lado está el control del peso del tránsito, que sería lo que más afecta a la Ruta 24, generando esos cráteres que vuelven a aparecer a menos de un año, cada vez que es reparada parcialmente. En principio, se nos aclaró que la Provincia de Buenos Aires es la que tiene a cargo estas rutas. Vialidad Provincial, área responsable de las obras nuevas y las reparaciones, es la que hay que contactar cada vez que se gestione alguna cuestión. El municipio NO PUEDE hacer obras en jurisdicción provincial, salvo que tenga su autorización y que el costo corra por parte de la Provincia.
Obviamente, como pasa con casi todas las áreas del Estado provincial, hay cierto nivel de colapso por la demanda histórica de las últimas décadas, donde ni los presupuestos ni la eficiencia dan con un porcentaje aceptable de lo que requiere una población creciente y ubicada en la provincia que más movimiento genera en todo el país. De modo que es fácil imaginar lo que es la cola de pedidos de toda la provincia para con Vialidad.Ruta 24 y planes para la calle Corrientes
Actualmente las obras que autorizó y financia la Provincia, están en el trayecto de la ruta que va desde la Autopista del Oeste hacia Moreno y José C. Paz. Allí se lleva a cabo un ensanchamiento además, que a diferencia de otras obras, tiene una relación con los vecinos muy interesante, en diálogo constante, cuestión corroborada con las mesas barriales de la zona.
El proyecto de obras corresponde a la licitación que se realizó en noviembre del año pasado y que ejecuta la Dirección de Vialidad de la Provincia. Se están efectuando diversas tareas como la construcción de dos calzadas con separador central y con pavimento de hormigón; la ampliación de obras hidráulicas con adecuación de cunetas y alcantarillas laterales y bacheo profundo. Además, se sumarán otras obras complementarias, tales como, iluminación, señalización horizontal y vertical, semaforización, refugios peatonales en paradas de colectivos que serán acompañados por dársenas; por tratarse de una zona urbana también se realizarán veredas peatonales. Todo con una inversión de más de 180 millones de pesos.El planteo vecinal llega por los otros tramos, primero, hay uno que va de la autopista a la Ruta 7 donde se hizo un fresado en 2016 (tiene alguna irregularidad y a veces problemas de iluminación) y luego hay una calle que une este tramo con el que ya continúa hasta la Ruta N°6. La calle Corrientes, una arteria doble mano que tiene un tránsito muy alto porque conduce a los sectores industriales, ya tiene problemas graves de baches profundos poco antes de llegar al cruce de la entrada del Country El Nacional, allí se plantea realizar una rotonda que luego aclararemos más adelante.La calle Corrientes figura hoy como "aliviador de Ruta 24, pero es un camino PROVINCIAL y así como ya se había planteado durante el gobierno de Anghileri, es muy difícil de ensanchar, de modo que es casi seguro que se plantee volverla de mano única y realizar un retorno con una calle hecha a nuevo que sea paralela. Aquí, la situación más difícil de reparar es que no da la distancia para un buen cuneteado y el agua tiende a irse sobre el hormigón, causando roturas anticipadas. De todos modos, están estudiando el mejor modo de evitarlo cuando se consigan reparaciones.
Juan José Tomasello, el dueño de la empresa que ganó la licitación de la Ruta 7 en Gral. Rodríguez estuvo involucrado en varias polémicas por otras obras en otros distritos en 2015.
Esta ruta de altísimo tránsito divide al distrito y conecta la mayor cantidad de vecinos, de modo que es esencial para los planes de desarrollo, pero por su origen añejo, todas las obras que se realicen encima del camino original, están destinadas a tener dificultades a mediano plazo. Esperar un cambio total de las bases, salvo que fuera el pedido de todos los distritos que la padecen, sería casi una utopía, lamentablemente. Costó $11.800.000. Se concluyó la obra, pero ya tiene baches en sectores por los problemas de la base (el bituminoso de abajo es muy viejo y se rompe). Se concluyó el pago del 98% de la obra, no se pagó el 2% restante porque no llegó de la Provincia y por los detalles que quedaron en la garantía, pero habrá que ver si se llega a relicitar otra parte, si se puede negociar que se haga una reparación "de garantía" sobre la parte que ya tiene problemas. El equipo que comanda el secretario del área, Miguel Domañski tenía trabajando en las oficinas a Gastón Di Palma, subsecretario de Planificación de Obra, a Alfredo Esperanza, director de Gestión de Obra, Nicolás Yarza, subdirector de Obras Públicas, Ariel Sosa, jefe de división de Inspección de Obra y al Arq. Norberto Zanollo, que cumple su función como empleado del área desde hace 19 años ya.
El equipo es mucho más extenso y es importante destacar que muchos de los integrantes están allí desde hace varios años, aunque se ha destacado en general que la gestión actual ha reforzado casi como ninguna, a esta área, a la cual ha separado especialmente de otras del corralón municipal, como la de Servicios Públicos, ya que por su dinámica, esta no permitía que las obras nuevas se pudieran gestionar o controlar debidamente. Hoy, el municipio tiene una cantidad de obras gestionadas muy alta, lo cual plantea también un desafío muy grande en poder responder a semejante demanda y que las mismas no se demoren, algo que parece casi imposible, ya que a la demora de algunos desembolsos de la Provincia se le suman cuestiones climáticas, de las propias licitaciones y también de la economía en general, como es la cuestión inflacionaria que obliga a hacer revalúos durante las mismas obras.