Tienen 16 y 17 años y ya fueron detenidos. La víctima, de 28, recibió tres heridas cortantes de arma blanca que le produjeron la muerte antes de llegar al hospital. El hecho ocurrió el jueves 15 por la noche en Villa Vengochea. Conocé la increíble razón que desató la discusión y qué razones pueden haber para tal agresividad.
Una adolescente de 14 años se encontraba junto a una vecina de 11 sobre la vereda de su casa, ubicada en la calle Antártida Argentina entre Alberdi y Alsina, en el barrio Villa Vengochea. Estaban usando el wi fi de una vecina donde se agrupan muchos chicos para poder ver sus series y novelas desde el celular. "Estábamos viendo Cumbia Ninja con mi amiga", contó la de 14 años. Eran pasadas las 22 horas cuando llegaron otros dos jóvenes de 16 y 17 años de edad. La chica y el menor de los chicos iniciaron una discusión por algunas prendas de ropa que se habían prestado.
Él le devolvió a ella una campera y la instó a que le reintegrara un buzo en ese mismo momento, pero ella le dijo que después se la daba y él se disgustó. Allí se originó un entredicho que fue subiendo de tono hasta que el joven la amenazó, lo que produjo un forcejeo. Las dos menores siguieron discutiendo y la amenazada golpeó con el celular que tenía en la mano al chico, que se retiró realizando improperios a una mujer que salió a ver el griterío. A distancia, desde la esquina, el adolescente le gritaba barbaridades y le mostraba un cuchillo con manopla a la mujer.
Momentos más tarde, según contaron los testigos, el chico volvió con un grupito de amigos y continuaron con palabras agresivas. Para ese momento, el tío de la nena le comunicó al hermano mayor de ella, que algo pasaba afuera con su hermana. Dado este dato, salió a interceder este sujeto, Fabio Sánchez, de 28 años, quien corrió hasta la esquina, unos 25 metros, tomó del brazo a uno de los del grupo y comenzó una disputa que algunos dicen arrancó con un golpe de puño de él, mientras que otros dicen que la respuesta agresiva provino de los menores.
Fabio Sánchez, la víctima. Quiso salir a defender a su hermana y lo mataron de tres puñaladas.
En segundos empezó a pelearse a golpes de puño con el menor de los dos chicos. En el medio de la gresca, el mayor de los adolescentes habría aprovechado para atacar con un cuchillo al hombre, provocándole tres heridas punzo cortantes en la zona clavicular izquierda, y las partes altas y bajas de la espalda.
Según los vecinos, los dos agresores tenían cuchillos. Uno lo apuñaló de frente y el otro por la espalda. Hubieran seguido más, pero la nena de 14 años los corrió con un palo que halló en la calle.
Sánchez cayó desvanecido y tras unos diez minutos donde aún no llegaban las emergencias, fue trasladado en un vehículo particular hacia el hospital, pero cuando llegó ya había fallecido. Algunos testigos decían que ya lo habían subido muerto al vehículo.
Tras la intervención de la UFI N°09 de General Rodríguez, en colaboración con la DDI, los agentes policiales lograron dar con los jóvenes en las inmediaciones del domicilio y llevarlos detenidos. Trascendió que los dos agresores eran hermanos, aunque de apellidos distintos: Fernández (16) y Faraón (17) y que al ser encontrados en su casa de Altos del Oeste, sobre la calle Canadá, estaban escondidos en la vivienda y vestidos de otra manera, no tenían consigo ninguna de las armas y negaban su participación. Pero también llegó otro trascendido, que mencionaba que los mismos padres de los menores los entregaron a la policía con sus DNI, de algún modo, cansados de su comportamiento.
Historial: De buenos chicos y amigos, a asesinos
Al hablar con los hermanos de la víctima, que estaba siendo velada esta misma noche, se nos mencionaba que estos dos agresores solían asistir hace unos años a la Escuela N°10, del Vengochea, pese a que eran de Altos del Oeste. Luego de haber repetido un par de veces, dejaron la escuela, pero siguieron frecuentando el barrio con sus viejos compañeros. En general, siempre se portaban bien, pero últimamente habían estado "distintos", según se comentó a este medio. Cuando indagamos respecto a "¿distintos cómo?", lo que nos dijeron fue muy específico: DROGADOS.
Según lo que ellos dicen, estos victimarios se juntaban en la plaza (que hoy en día está en un avance de obra importante, aunque aún restan varias cuestiones más) y allí tomaban distintas sustancias. Incluso mencionaban pastillas. Otro joven que se arrimó nos dijo que "ellos se jactaban, decían no te metas conmigo, estoy drogado". No es la primera vez que ocurre en el lado Este del distrito que menores de edad entran en la droga y el paso al delito o el homicidio está a milímetros de distancia. A veces sucede, a veces alguien se salva de milagro. La justicia deberá indagar no sólo la situación puntual que termina en el homicidio, sino el estado de los menores en ese momento y algo que rara vez se conecta: ¿Alguien les vendió u ofreció sustancias que afectaron su comportamiento de modo tal que incidiera en la falta de límites en sus reacciones salvajes?
ENOJO VECINAL Y PEDIDO DE AYUDA Y ACCIÓN
La madre de todas las batallas: La Plaza. El lugar señalado por los vecinos donde los menores van a consumir.
Los vecinos están indignados, temen por las amenazas sufridas, desconocen en muchos casos sus derechos o posibilidades para defenderse legalmente y especulan con situaciones futuras. Es evidente que hay una enorme falta del Estado y de la política en general en estos lugares, donde cada tanto llegan actividades pero nunca la instrucción.
La familia agradeció el trabajo de la Comisaría 2° y de la DDI respecto de la premura para resolver la situación, aunque agregó que necesitan más ayuda en la zona de la plaza con la prevención. Viven a oscuras porque los delincuentes rompen las luces que coloca el municipio para poder apropiarse de la plaza. La causa, caratulada como "Homicidio Simple" la investiga la UFI N°6 de Menores de Moreno.
En estos casos suele haber una condena como en cualquier otro hecho, aunque la pena no se cumple en una cárcel, sino mediante dispositivos como reformatorios que, en general, no tienen un buen resultado en devolver a los jóvenes valores de vida, por lo cual suelen ya de mayores, volver a incurrir en situaciones similares, pero allí, el antecedente ya les pesa y un nuevo error puede condenarlos por muchos años más.
EDITORIAL: LA CONQUISTA DEL ESPACIO PÚBLICO Y EL AVANCE DEL NARCO
Mientras en la TV extreman el debate candente sobre las penas a los menores que delinquen, pocos accionan en evaluar un verdadero aumento de penas para los que facilitan drogas y armas a los chicos.
Como nos relataron en el lugar, los agresores no solían ser así. El ir quedando fuera del sistema escolar, seguido del desdén por el cual circulan a cualquier hora por cualquier lugar sin control parental, más la llegada de las malas juntas y el alcohol, preparan el terreno para que llegue lo peor: drogas y armas. Una combinación de la cual nadie sabe nada, nunca llegan noticias de capturas o condenas de los proveedores de estos males a los menores en particular.
Por otro lado, estamos en una sociedad de altísima violencia, no se necesita ya una razón para la pelea. Hay que pelearse. ¿Por qué? Para destacarse, para demostrar el valor. ¿El valor para qué? Hay chicos que aún pueden ser salvados de enfrentar esta realidad, pero se requieren instituciones, clubes, algo que muchos adultos no contemplan a la hora de prevenir.
Rodríguez ha crecido enormemente, sin embargo tiene la misma cantidad de clubes (con estructura) que antes. Apenas algunas escuelitas barriales de fútbol marcan el paso, pero aún allí es difícil, cuando son víctimas de muchos de los vecinos del mismo barrio que las vandalizan y rompen. Algo queda claro, cada centímetro que se abandona del espacio público, lo gana lo más desagradable de la sociedad.
Debe partir de la organización de los mismos vecinos, la salida de esta situación. Las instituciones barriales (sociedades de fomento, mesas barriales, clubes) deben ser la punta de lanza para desterrar estos males antes que sean una lucha perdida. ¿Quién da el paso al frente?