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La política argentina es pendular y lo que vale hoy, no vale mañana. Se hicieron las PASO para que el electorado pueda elegir entre los candidatos de cada sector y así lleguen los mejores (debate aparte si los mejores son los mejores o los que más dinero y apoyo consiguen para difundirse), pero ahora, parece que cada sector tiene miedo a perder un lugar si compiten y al "desgaste" y en oposición al saber popular, en las elecciones, lo importante es NO competir. El oficialismo armó lista de unidad en Gral. Rodríguez, dejando a muchos "heridos" en el camino, pero esto suele pasar en los frentes de gobierno, más cuando la lista la arma directamente el intendente.
Esto alejó las chances de una competencia interna que alguna vez fue rumor, en especial por el lado de la UCR, que podría haber presentado lista, cuestión que se arregló luego y de hecho terminó con el segundo lugar, de Francisco Pin.
Sin embargo, a nivel de la ciudad de Buenos Aires, al candidato Lousteau no lo dejaron competir en las PASO, por miedo a que ponga en jaque al gobierno de Larreta. La lógica del miedo a perder "la manija", no escapa al "transparente armado" de un cambio que nunca llegó del modo esperado. Para colmo, ahora hay muchos dirigentes que insisten desde este espacio en eliminar las PASO, dado que "finalmente no hay primarias". Claro, olvidan que podrían haberlas, si no las trabaran. Su influencia en el armado de la lista local también fue clave, con la colocación de varios de los referentes suyos, mostrando que su peso político aún no caducó y en esa referencia, parece que su experiencia como docente, sirvió, dado que la lista de García, que iba a tener un rival en Claudio Mora, otro dirigente de larga data en este espacio, pese a que pudo conseguir participar, se la habrían complicado bastante.
Mora no terminaría jugando con la lista completa, es decir, que competiría contra la lista de García, pero "con lista corta", sin las opciones nacionales y provinciales, por lo que si alguien quiere votar a Mora y a Cristina Fernández, tendrían que cortar boleta o llevarla armada al cuarto oscuro.Una clara desventaja, que sólo supo superar Darío Kubar en 2013, cuando todavía era parte del kirchnerismo y entró como concejal del FpV para luego separar su banca del espacio de Anghileri. Un dato: Mora era parte del grupo de militantes que en esa época impulsaba a Kubar. Luego, cuando Kubar dejó el espacio, Mora se quedó en el kirchnerismo y no acompañó al actual intendente, que terminó pasando por el massismo y terminó ganando con Cambiemos, sobre la hora.
¿Podrá Claudio Mora repetir la hazaña de al menos conseguir el 25% del total de los votos del sector para ingresar tercero en la lista de Mauro García? En principio, parece un desafío muy difícil, pero claramente, gran parte del ingenio de aquella campaña de 2013, provenía de él. Increíblemente desde la dirigencia nacional dejaron afuera a Maxi Valli, último ganador de las PASO en 2015 en el sector y a los candidatos Graña y Maslowski no los harán jugar uno contra el otro, sino solamente adherir a la lista de Massa, para que ambos compitan en octubre si superan el 1,5% de agosto. De este modo no se mezclarían las listas en lo que se calculaba, podía ser una elección pareja.
Valli quedaría fuera del sector, doblemente desilusionado. En 2015 ingresó al concejal Jorge González, que en semanas pasó al bloque de Cambiemos, salió decepcionado por su hombre y ahora por sus dirigentes. A los vecinos que esperaban votarlo, no lo encontrarán ni en las PASO. No se sabe qué dirá en cuanto a quiénes dará su apoyo, pero tuvo una cena con el Intendente Darío Kubar. A priori era el sector más abierto, iban a participar tres o cuatro listas. Stella Battistin, Rubén Blanco y Hugo Vidal eran los más certeros a jugar y estaba en duda si pasaba Florencio Kubar, pero según terminó pasando, el panorama cambió absolutamente.
La lista de Stella salió del peronismo y participaría por afuera (ver más adelante). La de Vidal se cayó por caerse también las listas de Ishii a nivel provincial. Esta cuestión generaría hasta causas judiciales, dado que Molina y VIdal hablaron de maniobras del Randazzismo para "jugar solo".La de Blanco, que va con Randazzo, es la más firme del sector. Resta ver si habrá estructura para que Ángel Bertazzo y Carolina Godoy puedan pelearle al dirigente sindical de UPCN. A nivel nacional, quedó solito Florencio Randazzo, lo cual es una gran ventaja para Blanco, que tiene el apoyo de ese sector. Debería ser una elección sencilla en cuanto a lo interno, pero difícil una vez llegue a octubre, dado que Randazzo aún no mediría el 10% como para empujar a Blanco a una coronación segura. De todos modos resta mucho tiempo para que Blanco se haga conocer más, pero debería sumar más votos que su candidato nacional si quiere asegurarse una banca en diciembre. Este frente llamó la atención de todos los medios por ser un espacio político con infinidad de listas internas en toda la Provincia de Buenos Aires. En Rodríguez no fue la excepción y generó cuatro listas, con Stella Battistin, Silvio Vera, Perla Torales y Laura Martínez a la cabeza. Salvo la primera, todos desconocidos previamente.
Cuesta creer que una fuerza sin candidatos de renombre nacional (salvo a Ivo Cutzarida, quien aún nunca había participado más que por pelémicas declaraciones) y aparecida tan sobre la hora, sin mucha publicidad ni campaña, pueda colocar concejales teniendo además tanta competencia interna. Pero con la cantidad de listas que se acumularán en las escuelas, puede ser que agarren "votos bronca" o "votos confusión". El espacio, por si fuera poco, fue acusado desde medios y desde espacios políticos como un esfuerzo "recaudador", que usó la ley para hacer un negocio, sin expectativas de ganar posiciones electivas. Habrá que esperar para ver si eso es o no así y si hay representantes locales que se muestren en estos días.