Se trata de una iniciativa municipal tras reuniones con el jefe comercial de Edenor, Flavio Azzarini. Más allá de que busca la regularización de miles de usuarios, el sistema despertó polémica en su aplicación, hace algunos meses.
Edenor comenzará a instalar medidores prepagos de forma gratuita por los barrios de General Rodríguez. Así lo anunció la esposa del Intendente y candidata a concejal, Natalia Ruiz, luego de reuniones con el jefe comercial de la empresa, Flavio Azzarini.
La medida busca la regularización de miles de usuarios que no pueden acceder al pilar convencional por sus costos o bien que terminan realizando peligrosos cableados para conectarse de manera clandestina.
¿Cómo funciona el sistema? Al usuario se le adjudica una tarjeta mediante la cual se acercará al centro de venta de energía eléctrica. La empresa le dará un código por los kilowatts adquiridos que deberá ser ingresado en el medidor para habilitar el consumo correspondiente, que se cortará al llegar a la cifra prepagada.
El sistema, se supo, comenzó su relanzamiento tras la instalaciones de miles de medidores desde 2007 en Escobar y Merlo, que hasta hoy funcionan bajo esa metodología. Además hubo acciones que se estaban desarrollando recientemente en Pilar para desembarcar con ese tipo de servicio.
Habrá que esperar para ver cuántos punto de venta se habilitan en Rodríguez, aunque lo lógico será que la oficina de Edenor, que atiende de lunes a viernes de 8 a 15 horas en Pedro Whelan 81, sea el único al principio. Según artículos periodísticos de medios nacionales, en Merlo había no sólo en la oficina de la prestadora sino también máquinas expendedoras donde recargar la tarjeta magnética que luego se introduce en el equipo hogareño. Estas estaban ubicadas en estaciones de servicio, locutorios y las estaciones de trenes. Según una nota de Clarín, la normativa vigente establecía que no pueden estar a más de 15 cuadras de los usuarios y en lugares que parmanezcan abiertos la mayor parte del día.
De todas formas, el mecanismo no avanza sin polémicas y opiniones diversas desde distintos sectores. Por un lado, es cierto que en muchos casos habrá beneficio tanto del usuario como de la empresa, uno por dejar la clandestinidad para entrar en un marco legal y el otro por comenzar a recibir ingresos donde antes no lo hacía, evitando la situación de los "enganchados". Sin embargo, no faltan quienes cuestionan su aplicación por considerarla una medida que justifica la marginalidad de una porción importante de la población encuadrándola en un sistema que no resuelve la problemática de fondo: la inflación y su consecuente desproporción tarifas/salarios que hacen de la electricidad, para unos cuantos, un servicio muy dificil de pagar.