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Sucedió el lunes a la mañana cuando vecinos se acercaron al Centro de Monitoreo para avisar que en el techo del edificio estaba subido un hombre. El dispositivo tuvo que contemplar muchos obstáculos, pero logró detener al sujeto, que era un paciente psiquiátrico que requería una medicación y fue derivado al hospital.
El episodio generó revuelo entre los que transitaban el centro y vieron el despliegue de bomberos y gente de Seguridad y de Defensa Civil. El trabajo de estas áreas comenzó tras el aviso en el COM de la situación y se complicó bastante debido a las circunstancias peligrosas en el techo.
Se trataba de un hombre de apellido Graciano, de 46 años y que llevaría varios días sin tomar una medicación psiquiátrica. Estaba tranquilo, pero habrían existido amenazas de que se podría tirar de allí. No se pudo conocer cómo se subió, pero tras una hora o más de charlas allí, los bomberos lo convencieron de bajar.
La cornisa es de fibra de cemento y tiene un límite con púas del otro lado, lo cual era un riesgo para el hombre y para los bomberos. Tras bajarlo, lo tranquilizaron y lo habrían llevado al nosocomio en un vehículo particular escoltado de un patrullero. Afortundadamente el hombre superó su crisis sin llegar a una decisión que podría haber sido lamentable. Otra buena intervención de los servicios de emergencias trabajando en conjunto y la tarea de los que lo rescataron usando métodos sin violencia y mucho manejo psicológico dentro del contexto.
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El episodio generó revuelo entre los que transitaban el centro y vieron el despliegue de bomberos y gente de Seguridad y de Defensa Civil. El trabajo de estas áreas comenzó tras el aviso en el COM de la situación y se complicó bastante debido a las circunstancias peligrosas en el techo.
Se trataba de un hombre de apellido Graciano, de 46 años y que llevaría varios días sin tomar una medicación psiquiátrica. Estaba tranquilo, pero habrían existido amenazas de que se podría tirar de allí. No se pudo conocer cómo se subió, pero tras una hora o más de charlas allí, los bomberos lo convencieron de bajar.
La cornisa es de fibra de cemento y tiene un límite con púas del otro lado, lo cual era un riesgo para el hombre y para los bomberos. Tras bajarlo, lo tranquilizaron y lo habrían llevado al nosocomio en un vehículo particular escoltado de un patrullero. Afortundadamente el hombre superó su crisis sin llegar a una decisión que podría haber sido lamentable. Otra buena intervención de los servicios de emergencias trabajando en conjunto y la tarea de los que lo rescataron usando métodos sin violencia y mucho manejo psicológico dentro del contexto.
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