Finalmente, se conoció la resolución para el oriundo de Los Pirpintos (Santiago del Estero). En esa jornada, también había herido gravemente al hermano del fallecido.
A pesar de que la Fiscalía había solicitado que sean 30 los años de prisión, se decidió que Sebastián Palavecino, de 26 años, deberá cumplir con 20 de condena tras el asesinato de Jorge Vázquez, en la localidad de General Rodríguez. Esa misma noche, Palavecino también agredió al hermano de la víctima, Daniel Vázquez, a quién dejó hoy en día en silla de ruedas luego de recibir un balazo que dió en su médula ósea.
Tanto el agresor como el agredido eran de Los Pirpintos, una localidad del norte de Santiago del Estero. Ambos habían venido a vivir a General Rodríguez en busca de progreso. Eran vecinos y mantenían una buena relación entre ellos, por lo que sorprendió de sobremanera la reacción del asesino, ya que no habría motivo alguno de discordia.La causa:
El 22 de agosto de 2015, Sebastián Palavecino se dirigió a la casa de Jorge Vázquez con la supuesta excusa de una supuesta pelea de perros. Se hizo presento y discutió un rato largo con el dueño de casa. Para sorpresa de todos los presentes, sacó un arma y le efectuó un disparo a "quemarropa" a Vázquez, el cual se alojó en la nuca y le provocó la muerte de manera instantánea.
A partir de lo ocurrido, salió en defensa Daniel Vázquez, hermano de Jorge, quién tuvo una pelea con Palavecino. La misma se interrumpe cuando se produce otro disparo por parte del asesino y deja en el piso a Daniel. La bala dio en su tórax y fue trasladado, en ese momento, al nosocomio local, donde debió ser atendido e ingresar al quirófano para tratar las heridas, que fueron resueltas y controladas. Sin embargo, esa acción lo dejó en silla de ruedas dado que uno de los disparos terminó en su médula.
Luego del altercardo, Palavecino se presentó en el Comando de Prevención Comunitaria Local, lugar en el que fue detenido. Amigos y vecinos de los protagonistas del hecho, todos de Los Pirpintos, Santiago del Estero, contaron que no descartan que el agresor estaba alcoholizado y que lo hizo por "envidia" hacia la víctima, ya que esta última tenía éxito en un emprendimiento de venta de macetas, mientras, gente asegura que el motivo del conflicto sería otro, pero no ofrecen detalles.
La justicia emitió sentencia y a fin de cuentas, es lo que quedará escrito. Habría que aguardar para saber si habrá apelación en el caso, pero la causa parece muy firme como para cambios muy drásticos, ya que estaba bastante clara desde el comienzo.