Compartí en las redes
La firma cierra su segunda planta en el año por la crisis de producción lechera (muy afectada por inundaciones y otras condiciones) dio como opción el traslado de los 18 trabajadores (tres jerárquicos) a otros lugares, cuestión que se está negociando con intervención del municipio de Las Varillas. El 30 de noviembre cerraría esta planta que por la baja de la entrega de leche terminó reduciéndose a una pequeña enfriadora que solía recibir 20 camiones y ahora sólo llegaba uno por día.El sitio "El diario de Córdoba" explicó la situación que viven los empleados de Mastellone en la ciudad de Las Varillas. Se trata de 18 personas que podrían tomar el "retiro voluntario" o pedir el pase a otra planta, sea la de Trenque Lauquen o General Rodríguez, o a la más cercana, en Canals, que igualmente está a unos 300 kilómetros.
Desde Atilra representan la situación de esos 18 empleados, pero parece que fuera de la situación de la mudanza, las opciones serían poco satisfactorias para el plantel, dado que políticamente sólo se podrían conseguir paliativos que se terminan en un año.El Intendente de Las Varillas, el peronista Daniel Chiocarello, participaría de una reunión esta mañana por este tema (a pesar de que allí también se pasó el feriado municipal para hoy) mencionó al medio cordobés que esta situación “puede responder a los cambios en las condiciones de trabajo en el campo, otro por reestructuraciones de la empresa, esta nueva mirada económica que tiene el país y otros factores que se conjugan llevan a esto”, pero cuando se le consultó la influencia de las inundaciones y problemas de la lechería, el Jefe Comunal dijo “esta planta en 2008/2009 recibía 600 mil litros diarios, veinte camiones, y hoy está en los 30 mil, o sea que entra uno solo. Es una crónica anunciada. Hace rato los empleados lo venían advirtiendo. Se veía venir”.
Como opción, aún no se descartó conformar una cooperativa láctea, pero por ahora, la salida de la empresa de la ciudad le recuerda al Intendente a "cuando se fue el ferrocarril". Sólo uno de los empleados habría puesto su continuidad en traslado a disposición de la empresa.
En su declaración, Chiocarello agradeció lo que hizo Pascual Mastellone en su momento, entendiendo que "son decisiones empresariales", más ahora, con la llegada del Grupo Arcor. En su reestructuración, Serenísima cerró este año también una planta similar en la ciudad de Rufino, en Santa Fé. El futuro de crecimiento de la empresa estaría en San Luis, según admitieron desde la conducción de la empresa en nuestra ciudad cuando se inauguró la moderna planta de Trenque Lauquen. Parece que ese sería el plan de crecimiento de la empresa que tras la enorme crisis de Sancor, quedó involuntariamente casi al borde del monopolio lácteo del país.