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La vecina tuvo una extensa carrera en la docencia, en la música y en la literatura y falleció el pasado 30 de diciembre tras estar internada en una clínica por una descompensación. Enorme pesar en la comunidad, tras décadas de gran influencia en varias generaciones de alumnos y artistas.
Ferreira, junto a su familia. Era quizás una de las mayores referentes de la docencia y la cultura, pero lo más destacable de su figura era su enorme espíritu libre y su vocación inagotable. Laura nunca perdió ese atributo clave en cualquiera que desee ser maestro. Sus clases eran muchas mas veces lecciones de vida que de música o pintura. Su amor por la expresión del ser humano la llevaba a una sensibilidad verdaderamente propia de alguien que vive en un plano distinto, admirando aquellas cosas simples de la vida. Siempre memoriosa de sus alumnos, saludaba cordialmente a todos los que la cruzaban en la calle, por supuesto activa, continuamente haciendo planes, yendo a alguna parte. Generaciones de docentes conocieron de su generosidad y su espíritu y distintas organizaciones e instituciones la vieron pasar por cargos o roles de conducción. Más allá de los premios que se le atribuyan o los logros específicos, nada superará su pasión, aquella que la hacía fuertemente creyente (fiel al Catolicismo, que profesó siempre) y puntual. Esa misma pasión que la llevaba a por ejemplo, defender la cultura incluso de los lugares más recónditos del planeta. Allá, a finales de la década de los '90, mostró en una clase fotos de las esculturas milenarias que habían hecho volar unos extremistas en Medio Oriente, un sector del que poco se sabía antes de los atentados de las Torres Gemelas del 2001: Los Talibanes. Indignada estaba con tal atropello al patrimonio de la humanidad. Y así era ella, la más radical defensora del patrimonio histórico y cultural. Y así deberá recordarla la historia rodriguense y darle su debido homenaje.Biografía:
Laura nació el 21 de marzo de 1936 en General Rodríguez, en donde realizó sus estudios primarios. Su título como Maestra Normal lo obtuvo al egresarse de la Escuela Florentino Ameghino de la ciudad de Luján. Ferreira canta durante una jornada del año 1980 en el Colegio Parroquial, donde se desempeñó como secretaria. Se desempeñó como maestra en la Escuela General Belgrano, en la N° 1 Bartolomé Mitre y en la Escuela Remedios de Escalada de San Martín. Además, se dedicó al Profesorado de Composición Musical y se especializó en Musicología. Se recibió en Dirección Coral, carrera que cursó en la Universidad del Museo Social Argentino de la Ciudad de Buenos Aires. Su vocación la llevó a organizar distintos cursos didácticos de "Taller de Música" que se dictaron en distintos establecimientos escolares tanto para niños como para adultos. Entre 1973 y 1975 llevó adelante el primer Coro Municipal de Niños y el primer Conjunto Vocal de Adultos del Municipio rodriguense. En cuanto a la literatura, sus obras se basaron en lo cultural: la música, la danza y el arte. Los artículos literarios de Laura fueron publicados en la sección "Rincón Cultural" del periódico Acción y en el periódico "El Vecinal". Tras jubilarse organizó un club de lectores. Estuvo casada con Jorge Villar y tuvo un hijo, Fabián, que se desempeña como bioquímico; y tres nietos. Fuente: Libro de Luis Besozzi.Notas relacionadas