Darío Domínguez tuvo una pequeña evolución y su familia pide ayuda a la comunidad

El nene atropellado en la Avenida Balbín hace tres meses continúa con poca actividad neuronal y fisica, aunque ya logró abrir los ojos. Necesita algunos costosos elementos lo antes posible.

Así era el aspecto de Darío antes del accidente. Con 9 años y a tres meses de ser atropellado por un auto a alta velocidad en la Avenida Balbín, Darío Domínguez sigue dando batalla en el Hospital Vicente López y Planes. Pese a su casi nula actividad neuronal y también física por el traumatismo de cráneo grave que padece, el nene logró abrir los ojos por primera vez en todo este tiempo y más allá de que no puede moverse, ni hablar, se mantiene despierto. Según su madre, Flavia Ramallo (31), a quien también deben operar por su fractura en una de sus piernas tras el accidente, Darío pestañea pero no puede utilizar esa acción para responder algunas preguntas simples. "Hay que esperar a que su cerebro se conecte, el tiempo es el de Darío, hoy es un bebé", contó a este medio. Una vez que mejore la actividad cerebral del nene, lo que seguirá será un tratamiento intensivo de kinesiología. Mientras tanto, la familia pide ayuda a la comunidad por algunos elementos que necesitan hasta que eso ocurra para que el cuerpo de Darío no se siga deteriorando. Se trata de una silla postural y unas botas especiales valva para que sus pies no se sigan deformando al estar en la misma posición todos estos meses. Entre ambos elementos, el costo total sería de unos $18.000 según el entorno del chico, un valor muy difícil de pagar para su familia y por eso piden ayuda. Aquel que pueda y quiera colaborar de la forma que sea, puede comunicarse al teléfono 11-3446-5416 (de la tía Soledad Ramallo) o bien acercarse al local "Jimena Clothing" (Av. San Martín 287), donde hay una alcancía para donar dinero. En cuanto a la causa judicial, se espera para febrero la primera audiencia en Fiscalía con presencia de Flavia Ramallo y el conductor del Peugeot que la chocó a ella y a Darío, Sebastián Izaguirre. La pena máxima por este tipo de casos sería de cuatro años de prisión y la mínima de dos. [gallery columns="2" size="medium" ids="18577,18576"]