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Estaba acusado de vender drogas sintéticas de alto poder adictivo con recetas y órdenes falsas. Pese a que la noticia se extendió por diversos medios nacionales que incluso afirmaron que había quedado imputado en la causa, el hombre nunca fue detenido y su farmacia se encuentra funcionando con normalidad.
La noticia fue publicada por la Agencia Télam y Crónica y rápidamente se extendió por distintos medios nacionales, algunos de ellos mencionándolo como el "Heisenberg del Oeste", en alusión al personaje principal de la serie "Breaking Bad".
Según informaron distintos portales como Crónica, Diario Popular, y Clarín, entre otros, personal policial de la Estación Comunal General Alvear realizó allanamientos en su farmacia de la calle Buenos Aires al 900 en la localidad lujanense de Open Door y en su vivienda del barrio "Los Pinares" de General Rodríguez (en el área de La Fraternidad).En el procedimiento, ordenado por el Juzgado de Garantías N° 2 del Departamento Judicial de Azul, a pedido de la Fiscalía 20 de General Alvear, se habrían incautado cinco ampollas de Nalbufina y frascos de derivados de esa sustancia, que es derivado del Opio de alto poder adictivo.
Crónica se hizo eco de la noticia y subió fotos hasta de una vivienda que sería del farmacéutico. El procedimiento, si hubiera sido tan efectivo, hubiese dejado detenido al supuesto acusado, que sigue libre y trabajando.En diálogo con La Posta, el farmacéutico, un hombre de 41 años de apellido Caparrós, aseguró haberle vendido unas ampollas de Nalbufina a un hombre que se había presentado en su local con fracturas en sus vértebras. "Se trata de un analgésico y tengo toda la documentación correspondiente que certifica la compra y la venta de forma legal. Todo está registrado en el libro. En el allanamiento no se llevaron ninguna ampolla porque no tenía stock, no es un medicamento que se vende todos los días, y hubo medios que publicaron fotos de ampollas de otras marcas que yo ni siquiera vendí. En otras notas afirman que las recetas por la droga son de médicos de 90 años, no hay forma de comprobar el origen de esa matrícula", contó muy molesto con la masiva difusión de datos erróneos.Y agregó que "allanaron mi casa y luego se dirigieron a la farmacia, a la cual yo decidí acompañarlos y facilitarles todo". También relató que no está siquiera imputado. "Todavía no me llamaron ni a prestar declaración. Se publicó en un montón de medios que estaba preso. Nunca me tocó pasar por una situación así", aseguró con pesar.
