Lo tienen junto a su casa desde 2013 y ya cuentan con 23 perros. Rescatan a los lastimados o enfermos de la calle y les dan un hogar, aunque necesitan apoyo económico para costear los gastos y gente que quiera adoptarlos.
Nilda Amaya (68 años) y Roberto Nievas (66) son dos jubilados que viven sobre la calle Patricio Ham 398 y, aunque son proteccionistas "de toda la vida", desde 2013 montaron su propio refugio para perros.
Asisten y le dan hogar hoy a unos 23 canes, que levantan de la calle con alguna enfermedad o herida, para sanarlos. Aunque hoy enfrentan dos grandes problemas. "La gente no suele adoptar a estos perros, que algunos ya son grandes, pero necesitamos que lo hagan para poder continuar con nuestra labor", cuenta Nilda.
El otro gran problema es el económico. "Cuando arrancamos esto mi marido y yo trabajábamos, hoy somos jubilados. Yo cobro la mínima, él un poco más, pero se nos hace difícil cubrir los gastos", agrega.
Nilda y Roberto señalan que los perros consumen unos 200 kilos de alimento balanceado mensual, lo que cuesta alrededor de unos $4000. Además, a eso hay que agregarle el costo de las vacunas, la atención veterinaria cuando enferman, desratizaciones de los caniles y alguna castración. "No siempre podemos aprovechar la oportunidad de las castraciones gratuitas del Municipio", dice Nilda.
Para poder colaborar, comunicarse al
1161351036 o bien acercarse al refugio (Patricio Ham 398). "Todo lo que puedan aportarnos, sirve", concluye.