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El hombre se arrojó delante de su hijo, que perdió visión de su padre y llamó a las emergencias. El domingo a la mañana se halló el cuerpo sin vida del hombre de 52 años, que vivía en nuestro distrito.
Todo comenzó el último sábado, 3 de marzo, tras un llamado al 911. Juan José Martínez (29 años) realizó el llamado a la Policía porque su padre, Juan Ernesto Martínez, se había arrojado al arroyo El Durazno -ubicado en Camino Viejo a Marcos Paz (camino rural)-, se sumergió en éste y no pudo volver a emergerse.
Oficiales se acercaron a la zona y realizaron un rastrillaje visual sobre el arroyo en la tardenoche. El resultado no fue positivo. No obstante, se solicitó la presencia del cuerpo bomberil, el cual se aproximó al lugar, determinó que la búsqueda debía realizarse en horas de la mañana.
Entonces, durante la mañana del domingo, alrededor de las 8:30 horas, se comenzó con la búsqueda de Juan Ernesto Martínez. Los trabajos fueron realizados por personal de Dirección de Riesgos Siniestrales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (buzos tácticos) con la colaboración de Bomberos Voluntarios de General Rodríguez y Marcos Paz, Policía Local y comisarías pertenecientes a la Departamental Moreno. Néstor Waldo Martínez (51), hermano de Juan, también estuvo presente en el rastrillaje.
Finalmente, a las 8:42, se halló sin vida el cuerpo de Juan. Su hermano reconoció el cadáver y se constató el fallecimiento del hombre de 52 años.
Esto no es algo nuevo en General Rodríguez, dado que hay muchos puntos en donde los barros y el fondo de los arroyos terminan complicando a la persona que simplemente quiere darse un chapuzón, sin percatarse del riesgo que impera debajo. Es clave seguir difundiendo que no se debe ingresar en estos cursos en lugares no habilitados, del mismo modo que en cavas y otros espacios que no están preparados. 
