El establecimiento tendría superpoblación de alumnos en un curso y, según trascendió, el director (asumido recientemente) les comunicó a los padres que los chicos serían divididos en grupos para concurrir dos o tres veces por semana. Ahora se estaría solucionando por el desdoblamiento de un aula, que era lo que reclamaba. La repitencia, un gran factor en la cuestión.
Una llamativa situación se vive por estas horas en la Escuela Secundaria N°6 de nuestro distrito (sita en la calle Avellaneda). Apenas comenzadas las clases en el establecimiento ubicado en Avellaneda al 900, los padres de varios alumnos habrían recibido la noticia de que sus hijos no asistirían todos los días. Según trascendió, el nuevo director de la institución (asumió hace poco), Jorge Morillo, les había informado que la medida respondía a cuestiones de infraestructura, y que al llegar se encontró con un gran desorden administrativo y además, aulas completamente superpobladas.
Al parecer, uno de los cursos sería el más comprometido y su cantidad de alumnos sobrepasaría la capacidad del aula correspondiente. El problema estaría vinculado a la cantidad de recursantes, algo que recién se supo días atrás cuando los chicos rindieron sus últimas mesas de examen y se determinó quienes debían "repetir". Se habló de aulas con más de 60 alumnos e incluso de una que tendría más de 20 recursantes, que sumados a los que vienen del año anterior, explicarían el problema de la superpoblación.
El malestar de los padres se hizo evidente e incluso llegó a las redes sociales. Según se dijo, varios chicos habrían tenido que escuchar la clase desde afuera de un aula porque no habrían podido ingresar a la misma por falta de espacio. Desde Inspección Escolar hubo presencia días atrás, pero la orden era esperar al primer día de clases, lo que llevó al director a definirse por la opción que alarmó a los padres, aunque parece que el revuelo, le sirvió al directivo que viene de la ciudad de Moreno para activar a la comunidad educativa, que se encontraba adormecida.
Desde el establecimiento, por estas horas, se espera una respuesta a las gestiones que ya se habrían iniciado para que se designen cargos docentes para el horario vespertino (hasta ahora la institución no contaba con esa opción) para poder distribuir a los alumnos y hacer rendir la infraestructura actual.
En la EES 6 se necesitan más aulas, más obras y espacios que no se proyectaron hace muchos años y que ahora vienen demasiado lentos. No sería muy loco empezar a pensar en pedir a la Provincia que reconozca que el distrito está en emergencia educativa por esta y otras cuestiones de no proyectar el crecimiento y de ir muy lleno en los avances y culminaciones de edificios.
La problemática de la educación, aún sin políticas acertadas
La situación de la Escuela Secundaria N°6 refleja muy bien la situación crítica que atraviesa la educación en nuestro país, con gobiernos que no han acertado con sus políticas educativas, la gran mayoría de las veces teñidas por la necesidad de que sean populares y que en el fondo nunca lograron mejorar de raíz el fondo de la cuestión.
Los distintos planes y programas en años anteriores han apuntado a devolver a los chicos a las aulas pero no garantizaron ni la finalización de los estudios ni la incentivación hacia el aprendizaje, tan necesario para el resto de su vida adulta. En el medio, una sociedad con sectores vulnerables que obligó a romper viejos paradigmas y priorizar la contención del alumno para luego poder avanzar sobre sus conocimientos. El resultado terminó siendo que las últimas generaciones que terminaron su etapa escolar lo hicieron con una formación educativa muy endeble.
El enfoque educativo del actual Gobierno está orientado hacia los resultados, a modo de diagnóstico pero también como concepto que cimienta sus objetivos políticos. Se trata de una postura que en muchos casos apuesta a mejorar ciertas cuestiones como la modificación de las becas universitarias del Plan Progresar (ahora exigen acreditar dos materias por año para acceder al mismo cuando antes los beneficiaros no acreditaban ni una sola), pero que debe también contemplar los factores sociales y económicos, especialmente en los niveles primarios y secundarios, los que sufren mayores flagelos y que necesitan urgentemente una evolución global.