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Sucedió en la madrugada del sábado. Un joven manejaba un VW Bora y terminó estrellándose contra una columna de la Ruta 7. Pero no se habría dejado revisar y se fue del lugar, dejando el auto.
Un vecino pasaba por el lugar en la madrugada del sábado y vio un VW Bora gris (HNQ 775) que se había chocado una columna viniendo de Luján hacia el centro, cerca de La Fraternidad. De inmediato dijo que vio al conductor, un joven, salir y recostarse en el suelo unos 30 segundos, pero se paró y luego no se dejó revisar y se fue con amigos que se bajaron de un VW Gol negro.
Según el testigo, muchos, sino todos, iban alcoholizados. Dijo que luego siguió camino y que el auto siguió allí varias horas. No es raro que esto ocurra los fines de semana sobre la Ruta 7 desde hace mucho tiempo. Dado que la seguridad de los vehículos mejoró mucho, los accidentes son menos mortales que antes, pero es un riesgo muy grande que ni siquiera queda asentado cuando no hay lesiones a terceros, algo que debería ser revisado.
Es increíble que muchas veces hay accidentes de personas bajo uso de sustancias y como no hieren a terceros, no se les hacen los testeos de rutina, lo cual impide que quede registrada la imprudencia, que tendría mucho valor en el futuro si se produjera un segundo accidente con distinto resultado.
En este caso, como en otros, no se podrá establecer ya nada, pero sí debería ser importante revisar la cuestión legal y de prevención para trabajar mucho más y evitar las típicas tragedias en las noches de esparcimiento.
Un vecino pasaba por el lugar en la madrugada del sábado y vio un VW Bora gris (HNQ 775) que se había chocado una columna viniendo de Luján hacia el centro, cerca de La Fraternidad. De inmediato dijo que vio al conductor, un joven, salir y recostarse en el suelo unos 30 segundos, pero se paró y luego no se dejó revisar y se fue con amigos que se bajaron de un VW Gol negro.
Según el testigo, muchos, sino todos, iban alcoholizados. Dijo que luego siguió camino y que el auto siguió allí varias horas. No es raro que esto ocurra los fines de semana sobre la Ruta 7 desde hace mucho tiempo. Dado que la seguridad de los vehículos mejoró mucho, los accidentes son menos mortales que antes, pero es un riesgo muy grande que ni siquiera queda asentado cuando no hay lesiones a terceros, algo que debería ser revisado.
Es increíble que muchas veces hay accidentes de personas bajo uso de sustancias y como no hieren a terceros, no se les hacen los testeos de rutina, lo cual impide que quede registrada la imprudencia, que tendría mucho valor en el futuro si se produjera un segundo accidente con distinto resultado.
En este caso, como en otros, no se podrá establecer ya nada, pero sí debería ser importante revisar la cuestión legal y de prevención para trabajar mucho más y evitar las típicas tragedias en las noches de esparcimiento. 
