Había perdido el turno en el hospital de aquel país de mediados de marzo por no haber reunido el dinero necesario. Parecía que la fecha del 14 de abril también se esfumaba pero lo lograron y la nena rodriguense llegó ayer a tierras asiáticas.
Eran $580.000 los que necesitaba Maitena Toledo Dutour para realizar su cuarto tratamiento de células madre en Tailandia. Sin embargo, para la fecha en la que debían viajar, a mediados de marzo, la familia sólo había recaudado $300.000.
El viaje se pospuso y la nueva fecha de ingreso al Hospital Better Being del 14 de abril también parecía esfumarse por falta de fondos. Sin embargo, días atrás, desde el entorno de la nena rodriguense publicaron en las redes sociales que finalmente que habían logrado reunir el dinero y que les habían confirmado los aéreos. La clave para lograrlo fue la ayuda de Marcela Pralong, mamá de un compañero de las escuela de Maitena, que aportó su tarjeta de crédito para poder financiar la compra de los pasajes, por un costo de $92.000. "Ella viene ayudándonos desde el principio. Fue un gran gesto suyo", dice Patricia, la mamá de Maite.
Así, el centro de salud tailandés extendió el plazo y la familia rodriguense partió el 15 de abril a las 22.45 horas para llegar ayer, 17 de abril, a las 18.15 horas.
"Al llegar al aeropuerto ya noss esperaban y enseguida emprendimos el camino hacia el hospital, donde nos esperaba el plantel de las emfermeras con mucho afecto, se alegraron de volver a verla a Maite tan alta y bella", contó Patricia.. "Ya realizó los chequeos de rutina para planificar el plan de trabajo y fijar los objetivos. El jueves recibe el primer implante, por la tarde", agregó. La familia rodriguense se quedará en Bangkok los 30 días que dura la terapia.
Conocé a Maitena
Maitena Toledo Dutour padece desde que era una bebé una patología denominada E.C.N.E. (Encefalopatía crónica no evolutiva), una incapacidad motora que le impide mover sus músculos. Fue a China en 2012 (la recibimos por primera vez en el programa radial que hacíamos en ese entonces, cuando iniciaron la colecta), luego fue a Tailandia en 2014 y 2016 y ahora ella misma pidió volver a ir, ya comprendiendo mucho más que cuando era una beba que tenía que sufrir los tratamientos.
Afortunadamente el tratamiento ha demostrado a la familia tener algunos progresos, que llevan a encarar una vez más este proceso que no ha sido fácil en ninguna ocasión, pero que vale la pena por Maite. La idea es poder viajar para marzo de 2018 y seguir las terapias allí.