El último sábado 12 de mayo, se cumplieron seis años del hecho y para la Justicia el caso quedó estancado en un presunto suicidio.
Se trata del fallecimiento de Luciana Maricel Benítez (17 años), quien fue encontrada sin vida sobre su cama junto a un arma calibre 38, la cual habría sido utilizada. El hecho ocurrió en el domicilio de la joven ubicado en el barrio Los Naranjitos.
El caso continúa impune. Pues,
el expediente quedó estancado en un presunto suicidio, caratulado como “averiguación de causales de muerte” y pese a los testimonios en su contra, el supuesto homicida nunca fue acusado. Es por eso que, tras un anterior pedido de reactivar la causa y ninguna respuesta,
la familia de Luciana recurrirá a la Procuración General de la provincia de Buenos Aires para lograr ser recibidos y solicitar que se reabra la investigación.
Ella era Luciana. A seis años de su asesinato, su familia aún no tiene respuestas por parte de la Justicia.
El padrastro de la joven, Jorge Sosa, en declaraciones con otro medio, adelantó que “con nuestra abogada Ana Mottino hemos intentado de todas las maneras posible que en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 9 de Luján se reactive la causa, pero desde la última declaración de una testigo que fue el año pasado nada ha pasado. Vamos a pedir una reunión con el Procurador bonaerense, Julio Conte Grand, para que tome intervención. No podemos resignarnos a que nos digan que no hay nada por investigar”.
El femicidio de Luciana Benítez se registró en horas de la madrugada del 12 de mayo de 2012 en una humilde vivienda ubicada en las calles Alsina y Mistral del barrio rodriguense Los Naranjos, donde convivía con Ernesto Ojeda (50), con quien tenía una relación sentimental de 8 meses pese a ser el padre de su ex novio y que argumentó que se quitó la vida con una vieja pistola calibre 38, pero para los familiares de la víctima se transformó en el principal sospechoso.
“Ojeda le dijo a los policías de la comisaría 2ª de General Rodríguez que mi hija se había suicidado con un arma que tenía en su casa, de la cual no había un papel para su uso o tenencia y sobre la que manifestó era de una tía suya. Entró en muchas contradicciones, pero el entonces fiscal Oscar Reggi le creyó, casi que cerró la causa y después la jueza de Garantías de Mercedes, Alejandra Rodríguez, avaló todo”, dijo Sosa.
Ojeda, que nunca fue imputado, había declarado como un testigo más, había dicho que el había salido de la casa al escuchar ruidos extraños y en ese momento se produjo el disparo, pero nunca había explicado por qué demoró más de una hora en avisar lo sucedido a la Comisaría Segunda. También, otra cosa que hace sospechar a los familiares de Benítez es que hubo testimonios de vecinos que declararon haber escuchado una discusión entre ellos esa noche. "
Se le secuestraron dos revólveres calibre 38, sobre los que no tiene ningún papel y ni siquiera lo acusaron de tenencia de arma de guerra y después las pericias arrojaron que la bala que le provocó la muerte era de ese calibre, pero no partió ninguna de esos dos armas", había declarado Sosa al Diario Popular.
Fuente y fotos: Diario Popular.