Los alumnos de la institución educativa rodriguense diseñaron el prototipo que actualmente es utilizado por la Dirección de Tránsito municipal, planean su producción en serie.
El Instituto Superior de Formación Técnica (ISFT) N°188, ubicado en la calle Pueyrredón al 700, tiene en su trabajo educativo y sus alumnos su principal motivo de orgullo. Tras aquella histórica creación del "ICARO"; un vehículo híbrido solar que corrió 1.000 kilómetros por el desierto de Atacama en la primera carrera de autos solares de Latinoamérica (el Atacama Solar Challenge) y fue uno de los pocos que pudo completarla; ahora la institución rodriguense se destaca con un proyecto que a nivel local ya ha podido instalar desde hace varios meses y que recientemente ha sido difundido por el Gobierno provincial y por el
Ministerio de Educación de la Nación.
Se trata de la bicicleta solar, un prototipo que se alimenta de ese tipo de energía para producir la electricidad con la que logra desplazarse. Las unidades pueden trasladar cargas de hasta 30 kilos con un volumen de 200 litros, tienen una autonomía de 30 kilómetros y su motor una potencia de 350 watts.
"La idea fue crear un transporte ecológico y sustentable. El funcionamiento de este tipo de bicicletas fue posible mediante la energía solar que captan por intermedio de paneles fotovoltaicos, que almacenan su energía en baterías para luego alimentar un motor eléctrico. Este motor sirve para completar la tracción humana", dice Juan Aguirre, docente a cargo del proyecto.
El proyecto fue interdisciplinario y estuvo impulsado por estudiantes de tercer año de la carrera, que se encargaron del análisis de las aplicaciones de la energía solar, instalaciones industriales, diseño teórico, y planificaron cómo llevar adelante ese diseño desde el montaje, la funcionalidad, y la coherencia técnica y constructiva.
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