Fueron el miércoles y ayer, ambas por la tarde. La primera obligó a evacuar unos 350 alumnos que permanecieron más de dos horas en el edificio del HCD hasta que se aseguró la no existencia de explosivos. La segunda fue el viernes, DURANTE UN PARO DOCENTE. En tanto, durante la sesión del jueves, concejales pidieron la restitución del director del establecimiento, Jorge Morillo.
Padres y alumnos de la Escuela 6 reclamaron en los últimos días por la restitución del director Morillo.
La Escuela de Enseñanza Secundaria N°6, ubicada sobre la calle Avellaneda al 900, vive días difíciles desde el comienzo de su ciclo lectivo. Primero fue noticia por su problemática de superpoblación, una situación que popularizó su flamante director, Jorge Morillo, que impuso un estilo frontal en las cuestiones relacionadas a las responsabilidades y gestiones por infraestructura básica para el funcionamiento de la escuela. En ese momento cosechó apoyos y algunos conflictos.
Desde el mes de mayo, las amenazas de bomba se volvieron una problemática recurrente para el establecimiento, que no tuvo paz dado que ocurrieron en reiteradas ocasiones. Y, para completarla, el propio Morillo fue separado de su cargo días atrás por una irregularidad administrativa (lo que esbozaron las autoridades locales de la Jefatura Distrital de Educación) que estaría relacionada a una salida con alumnos a la ex ESMA.
La rápidez con la que se ejecutó el desplazamiento al director (mientras se trabaja la investigación), más allá de que aún no es definitiva la medida, generó suspicacias en padres, alumnos y sectores de la oposición. Se asoció incluso las amenazas de bomba a las intenciones de ciertos grupos de desplazar a Morillo, que el jueves fue el centro de la discusión en la sesión del Concejo Deliberante donde concejales opositores pidieron por su restitución.
Sin embargo, el miércoles 13 de junio, volvió a haber otra amenaza (la octava desde fines de mayo) que obligó a evacuar unos 350 alumnos entre los que salían del turno tarde y los que ingresaban al turno vespertino.
Una de las amenazas de bomba, en el mes de mayo.
El llamado se hizo a las 17.15 horas y los estudiantes que no fueron retirados por sus padres debieron permanecer más de dos horas en el Salón Agusto Thibaud del Honorable Concejo Deliberante tras ser llevados por las calles de evacuación hasta la Plaza Central. Luego del aviso al 911, el trabajo de la Policía y Bomberos, recién a las 19.20 horas los alumnos pudieron emprender el regreso al establecimiento para desarrollar sus clases con normalidad, cuando la brigada antiexplosivos confirmó la ausencia de los mismos.
Tras la realización de la denuncia, la directora interina del colegio, Flaviana Orlando, habría informado a los padres que la UFI N°10 de General Rodríguez está a cargo de la investigación desde la primera de las amenazas de bomba.
Pero no quedó allí y este viernes, incluso con un paro docente que generó que menos de una decena de alumnos estén allí, llegó la novena amenaza, telefónica como la mayoría. La calle estuvo cortada para la evaluación de los salones nuevamente y se abren más interrogantes que antes. Los chicos no cursaban, de modo que es difícil que quisiera alguno escapar de alguna clase. Desde la oposición y algunos padres esgrimen que puede haber relación con la salida de Morillo, como una presión para sacarlo, sin embargo, ahora, sin él en el cargo, sigue pasando. No queda claro ni quién puede ganar algo con esto ni de qué le puede servir.
Consultado el Inspetor Distrital, aclaró: "El tema es sumamente preocupante, el chiste o no, no mide consecuencias de exposición a riesgos de vida, para los chicos, los docentes y auxiliares. No es gracioso que pasen frío, que estén bajo la lluvia... expuestos ante esta situación"La demora de la fiscalía para conseguir las pruebas del origen de los llamados también complican la cuestión. ¿Se terminarán alguna vez?