Fueron esta semana, mientras profesionales matriculados trabajan para que el establecimiento de la calle Leandro Alem vuelva a estar en condiciones de abrir sus puertas nuevamente.
Esta semana, la Escuela Especial N°501, ubicada en la calle Leandro Alem al 800, sufrió dos particulares episodios. Pese a estar cerrado por los arreglos que se llevan a cabo para garantizar las condiciones de infraestructura necesarias para dictar clases como sucede en varias escuelas del distrito, el establecimiento terminó con vidrios rotos a raíz de piedrazos que efectuaron desde afuera.
A su vez, el miércoles 5 de septiembre, la institución amaneció con una pérdida de gas absoluta en uno de los salones. Las autoridades llamaron al Municipio y personal de la Unidad de Pronta Intervención conducida por Marcelo Basilotta (del área de Obras Públicas) detectaron la fuga: una de las estufas se encontraba con la llave de paso a medio abrir y el robinete (caño que une con la red de gas) totalmente desconectado.
Según contaron desde el colegio a La Posta, en los días anteriores también se había registrado una fuga de gas que, según trascendió, era otro artefacto que tenía el robinete abierto, lo cual sospechan que puede haber sido un descuido. Sin embargo, lo del miércoles generó preocupación dado que la pieza estaba desconectada. El establecimiento cuenta con sistema de monitoreo de alarmas en caso de que ingrese alguien fuera del horario en el que está abierto y no se detectaron irregularidades así como tampoco se encontraron puertas forzadas o ventanas violentadas. 
