Ocurrió el último sábado 13 de octubre en la Escuela de Educación Especial N°501, ubicada sobre la calle Alem al 800. A principios de septiembre había sufrido un hecho de vandalismo y una particular situación con la conexión de gas.
Así reparaban la puerta violentada en el robo a la Escuela 501.
El último sábado 13 de octubre en horas de la tarde, la Escuela de Educación Especial N°501 ubicada sobre la calle Alem al 800 volvió a sufrir un episodio delictivo. Delincuentes ingresaron a las instalaciones tras vioelntar una puerta trasera por la que accedieron al taller, dónde lograron llevarse un par de herramientas y máquinas que los estudiantes utilizan para aprender oficios. También se llevaron una pava eléctrica, un equipo de música y una estufa.
Cómo se activó la alarma, la presencia de las autoridades fue rápida y los ladrones tuvieron poco tiempo para actuar. Una hora más tarde, personal municipal de la Unidad de Pronta Intervención (UPI) comandada por el funcionario Marcelo Basilotta acudió al lugar para reparar la puerta dañada.
Más allá de eso, la preocupación que quedó en la escuela es que el hecho sucedió
a poco más de un mes de otros dos que habían tenido en los primeros días de septiembre, cuando una mañana encontraron vidrios rotos producto de un piedrazo que alguien había arrojado desde afuera y, en la misma semana, personal de la UPI había detectado una fuga de gas de un artefacto que tenía el robinete totalmente desconectado a la red, presuntamente de modo intencional.