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Una duda se sembró en los automovilistas del distrito la semana pasada tras ver un grupo de mujeres haciendo anotaciones en distintos puntos y horarios al ver pasar cada vehículo. Hablamos con ellas y aquí, la respuesta.Durante la semana pasada se despertó una curiosidad entre muchos vecinos que circulaban con autos en cercanías de la autopista. Muchos de ellos nos consultaron de qué se trataba la cuestión y temían que fuera para hacer multas o para "anotarles la patente".
Dado que los chalecos que portaban no tenían descripción y a nivel estatal no detallaron ningún operativo particular, La Posta fue al lugar para averiguar detalles.
Al llegar al sitio encontramos dos grupos de tres chicas anotando y una especie de coordinadora del trabajo que se llevaba a cabo. El personal, completamente femenino, no era oriundo de nuestra ciudad y trabajaban para una empresa privada llamada Baires Ingeniería, la cual tiene una responsable, Soledad Mallamacci, una ingeniera que mandó a este personal a iniciar este estudio como un trabajo que habría tercerizado la autopista.
Según lo que nos contestaron las responsables del censo, trabajaron en dos cruces de la autopista: en el de la Ruta 28 y el de la Ruta 24. En ambos, la idea es estudiar el flujo de tránsito en distintos horarios con el fin de generar obras viales para mejorar el desempeño y la seguridad vial en estos trayectos. Especialmente, lo que se evalúa es la generación de rotondas en las adyacencias de los cruces para ordenar el tránsito y la seguridad.La infraestructura, para poder lograr el mejor rendimiento, requiere de evaluaciones y modelos para poder prever si la obra va a resultar y dar abasto. Por ello, estas señoritas que anotaban tanto en las planillas, en realidad sólo tomaban los datos del horario al que pasaba un vehículo y si se trataba de una moto, un auto o un vehículo pesado. De modo que lo de la patente, no existió.
Por otra parte, si bien La Posta trató de conseguir respuesta de la empresa, no hubo contestación alguna y algunos detalles no se podrán compartir.
De todos modos, según contaban las trabajadoras, todos los datos que se tomaron se volcarán a un sistema binario para que una computadora evalúe automáticamente el rendimiento de cada propuesta de obra, rotonda o acceso, en base a datos ciertos. La evaluación de estos datos permitiría la factibilidad necesaria para elaborar y aprobar un proyecto. Cuando se termine, habrá que saber cuánto tiempo calcula la autopista que tendrá que pasar hasta comenzar a ver avances de obra.
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Dado que los chalecos que portaban no tenían descripción y a nivel estatal no detallaron ningún operativo particular, La Posta fue al lugar para averiguar detalles.
Al llegar al sitio encontramos dos grupos de tres chicas anotando y una especie de coordinadora del trabajo que se llevaba a cabo. El personal, completamente femenino, no era oriundo de nuestra ciudad y trabajaban para una empresa privada llamada Baires Ingeniería, la cual tiene una responsable, Soledad Mallamacci, una ingeniera que mandó a este personal a iniciar este estudio como un trabajo que habría tercerizado la autopista.
Según lo que nos contestaron las responsables del censo, trabajaron en dos cruces de la autopista: en el de la Ruta 28 y el de la Ruta 24. En ambos, la idea es estudiar el flujo de tránsito en distintos horarios con el fin de generar obras viales para mejorar el desempeño y la seguridad vial en estos trayectos. Especialmente, lo que se evalúa es la generación de rotondas en las adyacencias de los cruces para ordenar el tránsito y la seguridad.La infraestructura, para poder lograr el mejor rendimiento, requiere de evaluaciones y modelos para poder prever si la obra va a resultar y dar abasto. Por ello, estas señoritas que anotaban tanto en las planillas, en realidad sólo tomaban los datos del horario al que pasaba un vehículo y si se trataba de una moto, un auto o un vehículo pesado. De modo que lo de la patente, no existió.
Por otra parte, si bien La Posta trató de conseguir respuesta de la empresa, no hubo contestación alguna y algunos detalles no se podrán compartir.
De todos modos, según contaban las trabajadoras, todos los datos que se tomaron se volcarán a un sistema binario para que una computadora evalúe automáticamente el rendimiento de cada propuesta de obra, rotonda o acceso, en base a datos ciertos. La evaluación de estos datos permitiría la factibilidad necesaria para elaborar y aprobar un proyecto. Cuando se termine, habrá que saber cuánto tiempo calcula la autopista que tendrá que pasar hasta comenzar a ver avances de obra.
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