Tenía 46 años y sería repartidor de La Serenísima. El jueves 15 de noviembre por la mañana irrumpió en la casa de su ex pareja y la asesinó a balazos a ella, a sus dos hijos, un amigo de ella y se terminó suicidando.
Colón, una pequeña localidad bonaerense de no más de 30 mil habitantes, está conmocionada. Ayer, jueves 15 de noviembre en horas de la mañana, un hombre irrumpió en la casa de su ex pareja y la asesinó a ella, a sus dos hijos de 2 y 14 años, y a un amigo de ella, para luego quitarse la vida.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en las calles 54 entre 25 y 26 del barrio Procasa, en la ciudad que se ubica a unos 55 kilómetros de Pergamino al noroeste de la provincia de Buenos Aires, cerca del límite con Santa Fe.
Según informaron medios locales y nacionales, el cuádruple crimen ocurrió a las 11 de la mañana. El autor fue Leandro Andrés Ayala, un repartidor de La Serenísima de 46 años oriundo e General Rodríguez pero que hacía un tiempo vivía en Colón.
Armado con una pistola Bersa calibre 9 milímetros le dio tres disparos a Omar Lagneaux (60), un amigo de su ex pareja; luego le propinó un balazo en la cabeza a su hija Josefina de 2 años, otro a Patricio (14), hijo de la mujer de un matrimonio anterior; y finalmente a Delia Guerrero (35), su ex mujer.
Según informaron fuentes de la investigación, Ayala tenía una restricción de acercamiento a Guerrero y al resto de su familia tras haber sido denunciado por ella por querer abusar sexualmente de su hija de dos años. Tras el homicidio, el hombre llamó al número de emergencias 911 y avisó lo que había hecho, pero cuando la Policía llegó al lugar lo encontraron muerto con un disparo en el cráneo junto a los otros cuatro cadáveres.
También trascendió que antes de concurrir a la casa de Guerrero, Ayala había ido a visitar a un vecino al que le había entregado unas armas de fuego que tenía registradas y al que le había comentado que tenía problemas con su ex mujer y podía haber un allanamiento.
La denuncia por abuso que Guerrero hizo contra él había sido el jueves pasado 8 de noviembre. Al día siguiente, la fiscal Magdalena Brandt pidió la detención del hombre (que tenía otros dos hijos de otra relación) y la restricción perimetral.
El Juez de Garantías 3 de Pergamino, Fernando Ayestaran, denegó la aprehensión pero accedió la perimetral de la que Ayala fue notificado el lunes último y que habría originado la furia que terminó en el crimen.
Según se precisó, aún no se había constatado que la niña hubiese sido abusada pero había previsto para el próximo jueves 22 de noviembre una cámara Gesell. Mientras que el secretario de Seguridad de Colón, Marcelo Battaglia, dijo que la mujer no tenía botón antipánico porque "estas situaciones tan graves de violencia familiar no se dan, ya que es una comunidad chica. Hay treinta mil habitantes, si hay violencia de género, pero no de esta magnitud y no se hace necesario tener botón antipánico". Además, agregó: "Tenemos un sistema de alerta temprana que se maneja por los celulares pero se ve que no hubo tiempo para que la víctima pulse".
El hecho es investigado por la fiscal Brandt de la UFI de Colón.
Al conocerse la noticia, hubo rodriguenses que recordaban haberlo conocido del tiempo en que Ayala vivía en el distrito. Su cuerpo ya se encuentra en Rodríguez y será velado en las próximas horas en una casa de sepelios local.Foto: Puntal 
