Le ocurrió durante la mañana del pasado martes 4 de diciembre en una unidad del recorrido 10 que llega al barrio El Casco.
Georgina, de 22 años, difundió en su cuenta de Facebook una situación atemorizante vivida en un colectivo del recorrido 10 de La Perlita (llega al barrio El Casco) el pasado martes 4 de diciembre.
La joven relató que tomó el colectivo pasadas las 11 horas y se sentó en un asiento individual, pero al "agarrarme de la manija sentí que estaba pegajosa". Creyendo que estaba sucia, no le dio importancia, pero momentos después comenzó a sentirse mal. "Al llegar al puente de 197 empiezo a sentir la mano acalambrarse, a faltarme el aire, creí que me bajó la presión. Abrí la ventana pero seguía sintiéndome horrible, más aturdida y con gusto horrible en la garganta que me dio náuseas", detalló.
Con miedo y algo de "paranoia", según ella, explicó que el colectivo comenzó "a llenarse de gente" y que ella seguía "asfixiada", sin "sensibilidad en la boca ni en los brazos y me tambaleaba".
Así, como pudo bajó del colectivo y fue al jardín a buscar a su hija. Con otra mamá, se sentó afuera del establecimiento y comenzó a sentirse "más tranquila", por lo que decidió no ir al Hospital. Sin embargo, contó que a las 18 horas "convulsioné" y al ir al Hospital le dijeron que su estado pudo deberse a alguna sustancia que se hallara en el colectivo.
La mayor sospecha es que se tratara de la droga popularmente conocida como burundanga (o escopolamina), una planta que se usa en forma de gotas para tratamientos oculares pero que es altamente tóxica y por ello se administra en dosis minúsculas.
Produce un efecto depresor del sistema nervioso central y periférico, y puede provocar síntomas tales como dilatación de pupilas (visión borrosa), estado de consciencia parcial, taquicardia, retención urinaria, reducción de secreción salival y estomacal (boca seca, sed, dificultad para deglutir y hablar), fiebre, somnolencia y amnesia.
El uso delictivo en los últimos tiempos le ha dado otra trascendencia a la droga. Se conocieron casos de personas intoxicadas por esta droga para ser robadas y aunque también existe el temor de la sociedad por el hecho de que las víctimas pueden quedar a merced del abuso sexual, no se han conocido estadísticas oficiales respecto de los casos relacionados con esta sustancia en nuestro país.
Otra cuestión popular que también circula y que en los datos no ha sido ratificada es el hecho del efecto que puede tener la burundanga en el contacto con la piel. Según diversos estudios, la cantidad de escopolamina que pasa a través de la piel en la mayoría de los casos es mínima a la que se necesita para producir los efectos que se describen y de forma tan inmediata. Inhalar o ingerir la droga vía oral produce los efectos más inmediatos, no así el contacto con la piel.
Por ello, y porque la joven no pasó por estudios que confirmaran o hallaran esa sustancia en su organismo (en el Hospital no cuentan con los reactivos para drogas), la burundanga sigue siendo una sospecha respecto de la situación que atravesó. En diálogo con La Posta, la joven comentó que le dijeron que debía acercarse al Hospital Posadas para saber si había sido esa sustancia dado que allí realizan pruebas de toxicología. También refirió que en redes sociales leyó sobre un caso que le sucedió en los últimos días a una nena de la ciudad de Rawson y que difundió su madre detallando características similares a las que tuvo su episodio.
Sí es muy fuerte la hipótesis de que su descompensación se debió a algun agente externo que se hallaba en el colectivo aunque no pudo confirmarse si realmente se trata de una droga u otra sustancia, y si puede haber sido colocado allí de forma intencional o no.
La publicación de la joven:Foto: Archivo.Seguí leyendo
http://www.lapostanoticias.com.ar/2018/12/08/un-joven-denuncio-a-la-perlita-por-un-accidente-producido-al-bajar-de-un-colectivo/