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Fue el último domingo en horas de la madrugada, mientras se desarrollaba un evento de salsa y bachata.
El domingo pasado, 13 de enero, un jóven fue víctima de un intento de hurto sobre Avenida Perón al 600, más precisamente en la puerta del salón de eventos La Berenice, donde se estaba llevando adelante una fiesta de salsa y bachata y allí se encontraba el damnificado, quien vivió minutos llenos de desesperación e impotencia.
Fue alrededor de las 4 de la madrugada cuando una vecina del lugar, junto a su marido, sacó a pasear a su perro por la cuadra, y vio a dos sujetos forzando y arrastrando una motocicleta marca Zanella Sapucai G2 roja. De forma muy valiente, la mujer los delató y corrió hacia ellos, quienes rápidamente emprendieron la fuga.
Cuando éstos se fueron, la vecina ingresó al salón y dio aviso de la situación. Instantáneamente, el damnificado, que estaba bailando como todos ahí adentro, salió corriendo a la calle y no vio la moto donde la había dejado estacionada, sino que estaba arrojada a un costado de La Berenice con sentido a las vías del ferrocarril. A todo esto, la gente que se encontraba en la fiesta se movilizó rápidamente para ayudar y contener a la víctima.
"Sólo reaccioné a correr a buscar a los chorros pero ya no estaban. Volví, abracé a mi 'colo' (como denomina a su moto) y lloré desconsoladamente. Gracias a todos realmente por ayudarme al toque y preocuparse por mí y mi 'colo'. Gracias a Dios estamos todos bien y mi 'colo' está en casa conmigo. No puedo parar de llorar y pensar en que se la pudieron haber llevado, pero estas mi amor y jamas nos van a poder separar", fueron las palabras que expresó en su perfil de Facebook el dueño de la moto luego del episodio.
Pasadas las horas, La Posta dialogó con éste, quien expresó que su vehículo se encontraba muy dañado porque, aparentemente, los malvivientes estaban pateándola para destrabar el traba-volante. "El manubrio no sirve más, doblaron el cristal, rompieron las luces y guardabarros porque se les cayó. Prácticamente, toda la parte delantera de la moto se tiene que comprar nueva", detalló.
Sobre los autores del cometido, el damnificado no pudo verlos porque ya no estaban en la zona cuando salió a la calle, y la mujer que los delató no llegó a identificar sus rostros porque estaban en la oscuridad, aunque por la contextura física se estima que tendrían entre 18 y 23 años. 
