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Fue pasadas las 13:00 horas sobre las vías con sentido al partido vecino de Luján.
Luego del mediodía de hoy, viernes 18 de enero, el motorman de una formación de la Línea Sarmiento le salvó la vida a un hombre luego de haberlo visto sentado sobre las vías del ferrocarril. La persona en cuestión es M. Oviedo Duarte (24 años), ciudadano de Escobar, quien estaba sentado sobre las vías a 200 metros del Fonavi con intenciones de quitarse la vida, dato que fue constatado minutos después. La formación -con sentido a Luján- se estaba acercando, el motorman logró advertir la situación y procedió a frenarla. Afortunadamente, el tren se frenó aproximadamente a 100 metros, evitando una posible fatalidad.
Un oficial de la Policía Federal descendió de la formación y se acercó al sujeto, el cual se encontraba frustrado por no haber logrado sus intenciones o, dicho desde el punto de vista opuesto, en ningún momento habría puesto en perspectiva que su vida había sido salvada.
Minutos después, tras una extensa charla, M fue convencido para subirse a una ambulancia y ser derivado a un centro de salud. Según deslizaron las fuentes policiales, el hombre habría contado que estaba atravesando distintos problemas personales y económicos.
Al lugar se acercó su presunta pareja con su hija, una bebé de muy pocos meses de vida y su cuñado, quienes se refirieron a su inestabilidad emocional. A su vez, fuentes presentes en el lugar comentaron que una persona que habría visto los hechos, al enterarse de los problemas económicos que padecía el hombre, le habría ofrecido trabajo en un lavadero de autos, aunque esto deberá constatarse una vez que éste último sea estabilizado.
Este episodio no deja de ser alarmante en el territorio rodriguense ya que a lo largo de estos últimos dos meses se registraron cinco suicidios, uno de ellos en duda porque hasta el momento se está investigando un posible homicidio.
Hoy en día, la gravedad de estos casos en la ciudad es superior a los de homicidio de cualquier índole, incluso accidentes. Y cabe destacar que no tienen un tratamiento social de debate como debería, más en épocas de crisis donde las personas sensibles emocionalmente o que están pasando momentos difíciles podrían inclinarse a episodios como el de M. 
