Ocurrió hace instantes, alrededor de las 00.30 horas, sobre la Ruta 24 a la altura de la planta de Yamaha, en el carril hacia el Acceso Oeste.
Gustavo Cáceres, vecino de alrededor de 33 años del barrio Los Aromos tuvo, hace instantes, lo que se suele mencionar popularmente como "un Dios aparte". Sufrió un accidente automovilístico tremendo y de milagro no le costó la vida.
El hecho ocurrió alrededor de las 00.30 horas del viernes 1 de febrero, cuando circulaba a bordo de su automóvil Ford Fiesta azul por la Ruta 24 en la mano hacia el Acceso Oeste. A la altura de la planta Yamaha, perdió el control del vehículo y terminó estrellándose contra la garita de una parada de colectivos a gran velocidad.
El auto impactó de tal manera contra una de las columnas del refugio de material que su motor quedó afuera del auto por completo. Cáceres terminó a unos diez metros de allí, sobre unos yuyos, e increíblemente no salió despedido por el parabrisas delantero ni dio su cuerpo contra la columna.
Aunque terminó muy golpeado, al parecer se encontraba lúcido al momento de su traslado ya que pudo hablar cuando recibió las primeras asistencias médicas. El hombre habría contado que "se le rompió la dirección" del vehículo y allí perdió el control del mismo. Intervinieron un móvil de Policía y uno de Tránsito en el lugar.
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