En ella viven una joven de menos de 17 años con su bebé menor a un año. Creen que los delincuentes serían vecinos.
Dramáticas horas está viviendo Rocío (17 años) junto a su beba de 8 meses. El último domingo, 3 de marzo, por la noche, a la joven le ingresaron a su hogar y se lo desvalijaron. Se trata de una humilde casilla ubicada en México al 700, entre Río Negro y Tierra del Fuego, barrio Altos del Oeste.
Según explicó su hermana, Rocío, quien vive sola con su hija, "fue a dormir a la casa de una vecina porque los días de viento fuerte y lluvia se le corre la casa. Y aprovecharon que no estaba para entrar y la lluvia para que nadie los viera". Es decir, al otro día cuando regresaron se encontraron con el siguiente panorama: del interior de la casa le habían sustraído el colchón donde dormía, dos muebles, una garrafa de gas y una cocina.
A su vez, señaló que "no es la primera vez que le roban", sino la tercera, y que sabrían quienes son los autores principales de los distintos episodios, los cuales "vinieron a vivir hace poco y ya amenazaron varias veces de sacarla sólo por el terreno", detalló.
En la primera ocasión, en enero de 2018, el botín fue un motor de agua y un televisor; mientras que la última vez fue en noviembre pasado, y allí le robaron tres pallets de ladrillos, cemento, cal y herramientas varias.
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En este momento, la joven y su bebé se encuentran alojadas en el hogar de la hija mayor (media hermana) de su padre, a la vuelta de su domicilio, a la espera de una pronta solución al problema.