Se trata de un gato que estaba subido al pino de una vecina desde el sábado.
Una historia con final feliz para Berenice, vecina de la calle Buenos Aires del barrio Santa Brígida, quien desde el último sábado (23 de marzo) por la noche notó la presencia de un gato subido sobre las ramas de su pino.
"No hay forma de que baje, cada vez sube más alto y obviamente va perdiendo fuerzas", expresó desesperadamente la vecina en su perfil de Facebook el último lunes.
Según relató, en primer lugar, acudió a llamar a Bomberos Voluntarios. Oficiales se hicieron presentes en el lugar y observaron que la situación no era para nada sencilla, ya que el felino se encontraba a 20 o 30 metros de altura, por ende, le recomendaron que se comunique con la Unidad de Pronta Intervención (UPI) municipal. Sin embargo, no logró comunicarse con dicha área.
Según afirmó Berenice, el gato continuó subiendo más alto, después bajó unas ramas, pero no se animaba a bajar por el miedo que le generaba. "Desespera escucharlo llorar, te mira y maulla como diciendo '¡Bajame!'. Aparentemente no había nada para bajarlo", explicó. Sin embargo, siempre mantuvo la fe latente: "Yo confío en que alguien se va a solidarizar".
Y, finalmente, este martes, 26 de marzo, llegó lo que parecía imposible: tres oficiales de Bomberos, Eduardo Espinoza, Sergio Gualco y Mariela Rodríguez, llegaron al barrio para hacer efectivo el rescate del pequeño gato en las alturas. "Estuvieron un buen rato viendo como hacer y tratar de bajarlo. Son unos verdaderos héroes en serio", agradeció Berenice el accionar de los bomberos.
Además, mostró suma gratitud para con la bombera Mariela, quien desde el primer día estuvo pendiente y viendo cómo podía ayudar, a su vecina Lucrecia y a su vecino Guillermo, a su hija Brisa y a sus sobrinos Mariana, Camila y Adrián, entre otros que también se solidarizaron con el felino.
La gata encontrada por la vecina.
También, reflexionó: "Para algunos es un simple animal, para otros (nosotros) es un ser vivo que no merecía morir ahí".
Y por último, mencionó que al día siguiente del rescate, en la casa de una vecina que vive a unas cuadras, apareció un nuevo felino idéntico al rescatado, el cual está en adopción, a la espera de una familia responsable.