La firma fundada por Pascual Mastellone quedó en el segundo lugar del ranking. Cuestiones "de conveniencia comercial" y su consecuente "caída de producción", los factores por los que fue superada por una empresa canadiense.
La Serenísima dejó de ser la empresa con mayor recibo del país. Su promedio de 2.950.000 litros de leche diarios en lo que va de mayo fue superado por los 3.100.000 de Saputo, una compañía canadiense fundada en Montreal en 1956 con operaciones en Argentina.
Saputo, que comercializa sus productos bajo la marca de La Paulina, es uno de los diez principales procesadores de lácteos en el mundo, el mayor fabricante de queso y principal procesador de leche líquida y crema de Canadá, el principal procesador de lácteos en Argentina y el segundo en Australia. En Estados Unidos, Saputo se sitúa entre los tres principales fabricantes de queso y es uno de los mayores fabricantes de productos lácteos cultivados y de larga vida. En el Reino Unido, Saputo es el principal fabricante de quesos de marca y uno de los mayores fabricantes de productos lácteos para untar.
Según publicó el portal Todo Agro, la firma viene manteniendo una agresiva política de captación de leche en Buenos Aires, donde está pagando valores superiores a los que paga en Córdoba y Santa Fe (hasta $14,30 para la leche de abril y $15,30 en mayo). En Santa Fe mantiene acuerdos muy sólidos con tres lácteas de aquella provincia con las que decidieron no tocarse los tambos. En Córdoba, por su parte, con la mayor capacidad de pago que adquieren las Pymes queseras, con los consistentes aumentos en puerta de fábrica, captar leche se torna dificil cuando la información respecto a precios por fuera de los que se pagan en el mercado corre con mucha velocidad.
En una entrevista con el diario La Nación, Carlos Agote, presidente de Mastellone Hnos, explicó que "venimos de unos meses en los que faltó leche, con una caída del 15% en la producción, lo que nos llevó a que prácticamente hoy no tengamos stock en nuestras plantas. Pero lo peor ya está pasando. Ya empieza a haber una pequeña recuperación, pero seguimos un 10% abajo en producción respecto del año pasado”.
Si bien parte de esa caída se explica por la baja producción de los tambos remitentes, otra parte (calculada en 250.000 litros) se explica por la ida de productores que remitían a La Serenísima. "La razón de porqué nos fuimos es bastante sencilla: Es por precio; es decir por una cuestión estrictamente de conveniencia comercial. Los tamberos la pasamos muy mal en 2018, y además desapareció SanCor como comprador, de esta forma La Serenísima quedó como empresa superdominante en nuestra zona. Los tambos bajaron fuerte su producción, otros se fueron del negocio, se cayó la producción, e ingresamos a 2019 con un escenario donde la leche es un bien escaso y aparecieron Adecoagro y otras empresas, ofertando mejores precios. Es así de simple, competencia pura, apareció de nuevo una empresa fuerte que buscaba leche y pagaba más”, subrayó un productor del oeste de Buenos Aires a Todo Agro.
"La competencia siempre es buena. Nos ayuda a ser más eficientes y nos permite compararnos con alguien en el mercado. Además, nos quita el mote que nos puso mucha gente de ser un monopolio, cuando en realidad estamos muy lejos", remarcó Agote.
Y agregó: "Ahora estamos trabajando para sacar nuevos productos en combinación con Arcor y en los próximos meses va a haber novedades de algunos proyectos con marca compartida. Tenemos una relación muy fuerte y de gran coordinación en el plano financiero y en los comités ejecutivos en los que participan. Son mucho más que un inversor común, partiendo de que se trata de empresas con un pasado muy parecido y que tuvieron una transformación similar. Además, queremos aprovechar la estructura de Arcor para crecer en la región. Ya estamos en Paraguay y Bolivia, y el próximo mercado adónde vamos a llegar es Chile".
