Seguridad 24 MAY 2019
Escándalo por vecino que disparó tiros al aire para ahuyentar a un sobrino adicto que pedía dinero
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Sucedió el jueves a la noche en una calle céntrica a raíz de un hombre que escuchaba golpes en la puerta y decidió usar un arma como método de disuación. Tres móviles acudieron para reducir a quien estaba en la puerta a los gritos y acusando a la policía y se lo llevaron para evitar agresiones de otros vecinos que llegaron luego. El chico había ocasionado varios hechos similares por problemas de adicciones.En la noche del jueves se generó un importante desorden a raíz de un conflicto familiar y la insólita decisión de un vecino de espantar a alguien con disparos. Todo comenzó cuando por la tardenoche llegó un joven a la puerta de un domicilio de la calle Pirovano, a metros de Av. Alfonsín y comenzó a gritar y golpear la puerta. Un hombre desde adentro no habría salido hasta que esta persona se retiró. Cuando salió, se fue hacia una garita de policía que está junto a una de las paredes de la fábrica (La Serenísima) y avisó de esta presencia molesta. Momentos más tarde, ya pasadas las 20 hs, el joven volvió a apresentarse con más golpes y gritos. El sujeto no salió, pero de repente se escucharon tres o cuatro detonaciones de un arma de fuego.
Los vecinos salieron a la calle a ver y encontraron que un policía estaba reduciendo al joven que estaba en la calle y no entendían biene lo sucedido. En un comienzo se pensaba que o alguien pasó a dispararle al joven o que hubo un intento de robo con disparos. Finalmente, tras unos minutos de averiguaciones se pudo ver que el joven en el piso hacía ademanes y gritos de distintas situaciones contra la policía y en la vereda había un hombre de más de sesenta años, sin pantalones, hablando con dos oficiales. El sujeto explicaba que el joven era su sobrino, pero que no lo habría reconocido porque no lo veía hace años y que el chico tiene problemas de adicciones, que ya le había vendido todos los muebles de la casa a su madre y que venía a pedirle dinero.
Cuando todo estaba controlándose, llegaron vecinos en autos, que habían sido advertidos por teléfono de que algo pasaba a metros de una casa y allí, al bajar muchos sujetos, increparon al joven (que seguía a los gritos), pensando que era un ladrón o que venía a generar problemas. Uno de los sujetos lo agredió y la policía tuvo que llevarse en un patrullero al adicto para evitar daños mayores. Finalmente todo volvió a la "normalidad", pero la sensación es que todo se podría haber evitado si no se accionaba un arma de fuego de ese modo. Las actuaciones siguieron en la Comisaría 1°.
El chico aprehendido decía que había ido a pedir dinero a su tío porque un hombre había amenazado a su madre con que "le iba a pegar un tiro en la cabeza", cuestión que ni el familiar ni los oficiales parecían creer, ya que múltiples ocasiones habría estado detenido por sus actitudes a raíz de los efectos de sus adicciones.