El hecho se habría producido durante la últimas horas del viernes 31 de mayo, dándose a conocer la triste noticia el sábado 1º de junio. La familia cree que quien lo atropelló, no llevó a la víctima a atenderse y la arrojaron en una ruta distinta del hecho para poder evitar la responsabilidad. En Luján salío publicado el hecho con enorme intriga sobre lo ocurrido.
La familia de Pedro Enrique Pereyra está viviendo horas difíciles y llenas de incertidumbre debido al dudoso caso que terminó con el fallecimiento de éste a raíz de un accidente de tránsito la autopista de Luján. Padre de familia, tenía 53 años, y el viernes había ido a pescar junto a su hijo, Damián, un hermano y un sobrino al puente sobre el Río Luján, situado en la Ruta 6.
Según consignó
El Civismo, medio lujanense, al hacerse de noche, los familiares decidieron emprender la vuelta hacia sus hogares. Fue allí cuando padre e hijo volvieron juntos por la Ruta 6, cada uno con su respectiva bicicleta. En el cruce con Ruta 7, Pedro se separó de Damián para tomar camino por dicha ruta hacia el barrio Bicentenario, donde tenía domicilio. En tanto, Damián continuó rumbo a su hogar ubicado en la ciudad vecina.
Al día siguiente, Ariel, hijo de Pedro y hermano de Damián, al no haber tenido contacto con su padre durante la jornada, decidió presentarse en la Comisaría para realizar una denuncia tendiente a dar con su paradero. Tras brindar algunos datos, en la seccional le mostraron una bicicleta, pertenencias y una foto, elementos suficientes para reconocer que eran de su padre, y que éste había fallecido.
De esta manera, la Policía puso fin a un misterio que llevaba poco más de seis horas. El cuerpo había sido hallado a las 8:30 horas del sábado en el kilómetro 152 de la Ruta 6 con sentido a Campana. ¿La causa? Un presunto siniestro vial.
Con estos datos, a Ariel le despertó una sospecha en el caso porque, según el relato de su hermano Damián, Pedro habría tomado la Ruta 7 para dirigirse a nuestra ciudad, ya había bajado de la 6, donde luego terminó el cuerpo. No obstante, Ariel dejó asentado que la última vez que su hermano vio a su padre con vida fue a las 23:30 horas, al final de la bajada de la Ruta 6, en camino por Ruta 7 a nuestra ciudad.
Al conocerse el caso en la familia, Carlos Pereyra, primo del hombre atropellado, manifestó lo siguiente a El Civismo: “Mi primo venía con su hijo de pescar al rio camino a Brahma. Mi primo Pedro decide volverse con el hijo a eso de las 22:30 o 23:00. Al llegar al puente de la Ruta 6 y la 7 bajan, se despiden. Mi primo Pedro cruza el puente camino a General Rodríguez. El hijo mira al padre que cruza el puente porque estaba oscuro y que se va camino a Rodríguez”.
A todo esto, Damián, bajo un estado de shock, habría recordado que esa noche vio pasar una camioneta de gran porte, que sería de color gris, tipo 4x4, siendo esto lo único que pudo haberle llamado la atención. La camioneta iba muy rápido por Ruta 7 en dirección a nuestro distrito, pero en ese momento no se imaginó nada ni escuchó nada raro.
Es por ello que las fuentes investigativas manejan la siguiente hipótesis: el ciclista fue embestido por detrás, posiblemente en el tramo sin iluminación de Ruta 7 que hay desde el puente de Ruta 6 hasta Parada Granaderos, donde hay luces y un Puesto de la Policía. En el trayecto, levantaron a la víctima, la cargaron y la llevaron a Ruta 6, mano a Cañuelas, donde finalmente la dejaron en estado agonizante. Así, cambiarían la escena del hecho manipulando el cuerpo, desviarían la investigación, sembrarían confusión y saldrían impunes del asunto.
Lo concreto es que Pedro nunca llegó a su casa. Como se señaló anteriormente, fue a las 8:00 horas del sábado que personal de Vialidad encontró el cuerpo al costado de la Ruta 6 entre Ruta 7 y Acceso Oeste.
La Policía llamó como testigo a un hombre que trabaja en un campo cercano que se acercó al lugar al ver el operativo de Vialidad. Éste habría afirmado lo contrario a la hipótesis formulada en primera instancia: "al ciclista lo atropellaron ahí". Sin embargo, los datos continúan siendo más que confusos.
El cuerpo estaba de la mano sentido a Cañuelas y según el relato del hijo, Pedro habría tomado la mano con sentido a Campana.Y en las horas siguientes, surgió un nuevo dato por parte del primo que preocupa aún más:
“Todo es muy turbio. Además le encontraron pastillas sin disolver en el estómago y en la boca. O sea que se las plantaron”.Según el forense, Pedro Pereyra no murió en el acto sino estuvo dos horas con vida hasta que se produjo el deceso. Lo abandonaron a su suerte. “Por lo menos lo hubiera asistido. Lo raro es que iba por una ruta y apareció en otra y mucho más atrás”, marcó Carlos Pereyra a El Civismo.
Por su parte, el hermano de Pereyra y el sobrino vieron cuando Pedro y Damián se iban juntos en bicicleta tras una jornada de pesca y Ariel aseguró en sede policial que ambos se despidieron al llegar a Ruta 7. Es más, poco después pasaron por el mismo trayecto el hermano de Pedro con su hijo y no vieron nada raro.
Horas después, aparecía el cadáver y por ende a una causa que se caratula como “Homicidio culposo”, cuya investigación dirige la Fiscalía 9 con intervención del Juzgado de Garantía 2 de Mercedes.
El cuerpo de la víctima fue sometido a autopsia el lunes a primera hora de la mañana en Chivilcoy. Mientras tanto, en la familia persisten una tristeza interminable y una sospecha enorme.