Fue el pasado jueves 6 de junio. Lo lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mercedes. Griselda González, de 39 años, fue asesinada en febrero de 2016 por un mexicano de nombre Waldo Mares Parra, hoy de 36, al que había conocido por Facebook.
El pasado jueves 6 de junio comenzó, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de Mercedes, el juicio oral contra el mexicano Waldo Mares Parra, de 36 años, quién está imputado por el homicidio de Griselda González, una docente rodriguense de 39 años que fue asesinada el 13 de febrero de 2016 en una casa que alquilaba en Francisco Alvarez.
La abogada local Ana Mottino, en representación de su espacio MILES y del CAJI, busca la condena perpetua para el mexicano que, luego del crimen, fue capturado en Ecuador, en una localidad a casi 400 kilómetros de Quito y extraditado hacia la Argentina por la Justicia de aquel país luego de meses de estar en la lista de prófugos más buscados por la Interpol. Ante el fiscal Leandro Ventricelli, Mares Parra se negó a declarar y quedó alojado en la Unidad Penal de Mercedes a la espera de una resolución en su situación procesal por disposición de la jueza de Garantía N°1 de Moreno, Adriana Julián.
El caso:
El crimen de la docente fue cometido el 13 de febrero de 2016 en una casa que ella había rentado en Moreno para convivir con el imputado, al que había conocido virtualmente -él vivía en Guayaquil- hacía unos cuatro meses por intermedio de la red social Facebook. La mujer estaba separada de hecho de su esposo, con el que tenía una hija de 18 años y un hijo de 15 que vivían en el barrio Almirante Brown de General Rodríguez.
En esas circunstancias, González se quedó a dormir un miércoles en la casa de General Rodríguez y al otro día fue a la otra vivienda con Mares Parra, a quien le había alquilado un departamento para que se quedara allí. Sin embargo, una vecina declaró a los investigadores que esa noche escuchó una discusión y gritos hasta que vio salir al sospechoso, quien cerró la puerta con un candado. La hija de la mujer le envió varios mensajes a su madre y como no le respondió se dirigió al lugar con su padre, donde la encontraron fallecida sin signos de violencia. Por eso se caratuló la causa como "Averiguación de causales de muerte" aunque después pasó a la figura de "homicidio" por hallarse en la autopsia signos de estrangulamiento.
Según se supo, la hija de 18 años de Griselda sí sabía de la relación con el mexicano (de hecho acompañó a su madre a recibirlo en el país) y así otros allegados a la docente, pero no así su ex pareja, Lorenzo Enciso (padre del hijo de 15 y que prácticamente "crió" a la hija de 18). Sin embargo, Mares Parra en una de sus coartadas quiso explicar lo sucedido diciendo que Enciso había contratado a un sicario para matarla y que todo sucedió mientras él había ido "a un ciber a comunicarse con su ex mujer en Ecuador, con quien tenía un hijo pequeño". Según su declaración se había percatado de la situación, luego de recostarse en la cama y dormir un rato, cuando fue al baño y la halló tendida en el suelo. Sin embargo, por las dimensiones del departamento (monoambiente), se cree que es imposible que no se hubiese percatado ni bien llegó dado que un brazo de la mujer sobresalía de la puerta del baño.
Mares Parra también intentó argumentar que no tenía relación amorosa con González, aunque los mensajes fueron elementos probatorios de lo contrario. Además, dijo que llegó a Ecuador caminando. Se trata de una distancia de unos 4185 kilómetros aproximadamente y que hizo en 11 días, algo virtualmente imposible.
El juicio
Para lograr la extradición de Mares Parra, Ecuador y Argentina debieron firmar un acuerdo en el que nuestro país no podía condenarlo a pena de muerte o prisión perpetua. En Ecuador no existe la figura del "femicidio" y desde el Estado Argentino cumplieron con el acuerdo para traer al mexicano a ser enjuiciado.
Desde la Defensa, se pidió la absolución de Mares Parra o cambiar la calificación de "Homicidio Agravado" a "Homicidio Simple", con una pena de 8 años. Sin embargo, Mottino, la fiscalía y el Ministerio Público buscan la prisión perpetua, que en nuestro país son 50 años, 35 de ellos efectivos.
El próximo martes 18 de junio se conocerá la sentencia.