Empleados y agentes de seguridad privada fueron tomados como rehenes por más de cuatro horas.
En la madrugada del domingo 28 de julio, la empresa avícola local Que Rico, de la familia Macchi, sufrió un importante robo a manos de un grupo comando de entre cinco y seis personas, quienes irrumpieron en la sede de la firma, sita en el kilómetro 55 de la Ruta 7.
Fueron casi 5 horas dramáticas para los pocos empleados y agentes de seguridad privada que allí se encontraban apenas iniciado el domingo 28. Todos fueron retenidos y atados con precintos por los malvivientes, quienes los tomaron como rehenes hasta pasadas las 4 de la madrugada.
Según la información oficial de los investigadores, el grupo comando se habría presentado en la puerta de la sede local de Que Rico minutos antes de las 0:00. Cada uno de los integrantes de la banda estaba fuertemente armado, por lo que en poco tiempo lograron reducir a Gabriel (44), empleado de una empresa de seguridad.
Ingresados al predio, los delincuentes redujeron también a Ezequiel, sereno de la planta. Luego, recorrieron los distintos sectores y trasladaron a los rehenes hasta un pasillo contiguo al edificio princial, donde, luego de sustraer teléfonos celulares y demás pertenencias, los ataron con precintos plásticos y los dejaron ahí mientras irrumpían en las oficinas comerciales.
La hipótesis manejada es que la banda no es inexperta, de hecho, conocían a la perfección por donde ingresar: por el techo, esquivando alarmas y blindaje, generando un boquete con amoladoras inalámbricas y otros objetos específicos para su desarrollo. Sin embargo, se habría captado por una de las cámaras de seguridad que cada uno de los integrantes actuaron con pasamontañas.
Una vez dentro de la parte administrativa, desactivaron las alarmas y sensores, tomándose su tiempo. Luego, dentro de la tesorería atacaron la caja fuerte con un soplete, de la cual extrajeron $4.000.000 (de cheques de terceros).
Cerca de las 4:00 horas, en una oficina contigua a donde se hizo el boquete sonó una alarma de otra empresa privada de seguridad que brinda el servicio, lo cual obligó al grupo comando a acelerar su trabajo. Al rato, una camioneta de la empresa de seguridad se hizo presente en el lugar. Dos empleados descendieron del vehículo, se pararon frente al portón del predio, fueron soprendidos por parte de la banda, reducidos y tomados como rehenes.
Pasadas las 4:30 horas, el grupo delictivo concluyó su trabajo. Cada uno abandonó Que Rico por la puerta principal y en distintos vehículos (uno de ello supuestamente robado al personal de seguridad que había llegado recientemente) se fugaron por la Ruta 7 mano a Luján.