En los últimos días se registraron varios hechos delictivos en distintas casas del barrio. Incluso también ingresaron al obrador de la obra del jardín de infantes.
El comentario es generalizado y, la decepción, muy grande. Los vecinos del barrio Los Aromos están preocupados por una ola de robos que se viene dando en los últimos días y lamentan la inseguridad que ha llegado a una zona que "hace años era un paraíso".
Entre los casos que pudo conocer La Posta, la seguidilla arranca con un robo que se produjo el domingo 28 de octubre en la madrugada en una vivienda de la calle Independencia, donde delincuentes se llevaron una desmalezadora, hidrolavadora, y una bolsa con herramientas. Vecinos los vieron, llamaron al 911 y personal del Comando de Patrullas capturó a uno de los ladrones. Pudieron recuperar la desmalezadora y la hidrolavadora, y el sujeto quedó detenido porque, según la familia damnificada, "tenía pedido de captura".
Durante esta última semana, otro hecho se produjo en la misma calle, entre Castelli y Ecuador. Fue en una casa en construcción, donde según Viviana, la vecina dueña de la propiedad, "rompieron el piso del obrador que tenemos en el terreno y entraron por ahí".
Y agregó: "Se llevaron una garrafa, herramientas de mano y material eléctrico que acopiábamos para hacer la instalación eléctrica, cables y esas cosas".
Por último, lamentó: "Hace cuatro años tenemos este terreno y planeamos instalarnos acá, pero realmente nos está quitando las ganas todo esto".
Así dejaron una de las paredes del obrador del Jardin 912, sobre calle Sarmiento.
El último de los hechos más recientes fue también en la calle Independencia. "Rompieron el alambrado perimetral, una puerta y se llevaron un compresor de agua, lavarropas, un horno eléctrico, un equipo de música y otras pertenencias. Hace doce años que estamos acá y es el primer robo que sufrimos. La zona era un paraíso pero ha cambiado. Sentimos un desamparo muy grande", comentó la vecina que vive allí, que agregó que en el último tiempo se ha instalado gente que no conoce en el barrio y que, si bien no los acusa de lo que está sucediendo, sí la hace desconfiar y sospechar.
Este último fin de semana, por último, ni siquiera se salvó el obrador del Jardín de Infantes N°912 donde se están construyendo aulas. Allí, los trabajadores de la construcción se quedan toda la semana porque según le comentaron a La Posta, "viven lejos y no pueden ir y venir", y regresan a sus casas los fines de semana. El anterior habían roto la puerta del obrador mientras que en este hasta se animaron a quitar una de las maderas de la estructura. "No lograron llevarse nada porque no hay nada para llevarse", dijo uno de los obreros.