Fue por el aniversario de la muerte de Susana Canteros, una mujer que se sometió a una termoplastía en dicha clínica y su salud se deterioró aceleradamente hasta fallecer casi un mes después. Su familia denuncia mala praxis médica.
Este jueves 19 de diciembre entre las 20 y las 22.30 horas se llevó a cabo una marcha con velas a la Clínica Centro. La misma se dio en el marco de un pedido de justicia por Susana Canteros, la mujer que falleció hace un año en dicha institución y por la cual su familia denunció mala praxis médica.
Según habían explicado sus hijas, Paula y Camila, Susana había entrado el 24 de noviembre a la clínica para realizarse una termoplastía por problemas de columna y rodillas.
En una entrevista que dieron a La Posta el año pasado, las hijas de Canteros habían relatado los hechos: "A ella la operaron el 24 y al otro día le dieron el alta. Estuvo una semana en casa y se hacía masajes linfáticos para sacar todos los líquidos que se incorporan en las operaciones. La masajista, cuando le estaba haciendo masajes, vio que tenía infección, la derivó con el doctor. Eso fue un martes, y un jueves la volvieron a operar. La anestesiaron completamente, la abrieron y ahí supuestamente sacaron toda la infección que ella tenía".
Y habían agregado: "La infección no se fue. El viernes le dieron el alta y el sábado volvimos otra vez a la clínica porque no le bajaba la fiebre a mi mamá. Desde el sábado quedó internada y tuvo tres o cuatro intervenciones quirúrgicas más con anestesia completa y el mismo equipo médico, con Guillermo Cutuli. Le hicieron limpiezas. Al principio eran sin anestesia y después, con anestesia, porque no la podían sacar y la última vez que la había querido subir al quirófano yo le dije que no quería anestesia completa porque el cuerpo no resiste tanto. Me dijo que era necesario para asegurarnos de que no haya quedado infección".
Además, habían explicado: "Al final optó por no llevarla al quirófano y, de hecho, a los otros días le empezó a limpiar la herida con vinagre y lavandina. Mi mamá tenía la herida abierta. Se le veía el músculo. Eran tantas veces que habían abierto y cerrado la herida que ya no tenía de donde agarrar. La piel estaba tan lastimada que ya no tenía cómo hacer la costura".
Y finalizado: "Nosotras esperábamos el alta para el viernes 21, porque estábamos esperando un aparato, un parche que se le pone a la herida para cubrirla, ir limpiando y no permitir que le entre nada. Ayudaba a la cicatrización y a que terminen los siete días de antibióticos. Cuando le preguntamos qué bacteria tenía, no sabían. Llegó en la primera operación. No tenían claro qué tenía mi mamá y qué tenían que hacer. Falleció el 19 de diciembre a la 1 de la madrugada".
También habían denunciado que en el quirófano "Cutuli entraba con el nenito de dos años y lo dejaba por ahí. El anestesista llevaba a la niñera con su bebé y estaban ahí como si fuera una cafetería". Y había dicho que Cutuli, el domingo posterior a la cirugía, "la agarró y le dijo que tenía programado un viaje a Dubai. Mi mamá le preguntó quien la iba a cuiidar y el le dijo que iba a estar Facundo, un compañero. Se fue y en el momento en que mi mamá falleció estaba solamente la cardióloga y una enfermera. Específicamente no quedó nadie a cargo, porque él había dejado que dos veces al día vayan dos médicos cardiólogos de Terapia Intensiva a revisarla y hacerle chequeos del corazón".
A un año de aquella trágica pérdida, Camila expresó a La Posta que "nunca pudimos hablar con el doctor Cutuli" y que la causa "la están manejando nuestros abogados pero no tenemos mucha información de cómo avanza". Sobre la marcha con velas realizada el jueves 19, dijo que "nadie nos recibió ni habló con nosotros, sólo una persona de la administración nos tomó algunas fotos con su celular y llamaba por teléfono, le pregunté si quería hablar conmigo para que sepa y me contestó de mala manera para cruzarse a la vereda de enfrente".