El grupo de rodriguenses con familiares que sufren del Transtorno del Espectro Autista (TEA) estuvieron con un stand en la plaza impulsando su campaña para que, en estas fiestas, los festejos no incluyan petardos ni ningún otro tipo de pirotecnia sonora que afecta enormemente a los chicos autistas por su hipersensibilidad.
La iniciativa se acopló a la de la Municipalidad, llamada "Más luces, menos ruidos", y busca una generalizada adhesión social para que los niños autistas nos vivan una verdadera pesadilla, como suele suceder cuando se utilizan distintos productos pirotécnicos.
A raíz de su condición, tienen una altísima sensibilidad auditiva. "Los oídos tienen capacidad para soportar ruidos de hasta 90 decibeles sin sufrir daño mientras que un mortero llega a 145 decibeles y una bomba de estruendo hasta 190", dijo Stella Cuevas, médica otorrinolaringóloga a Télam. Y remarcó que las secuelas auditivas pueden ir "desde un leve zumbido permanente hasta la pérdida de la audición total e irreversible".
En Rodríguez se aprobó recientemente la ordenanza que prohibe el uso, comercialización, distribución y almacenamiento de pirotecnia, pero comenzará a regir desde marzo próximo, por lo que en estas fiestas todavía se apela a la consciencia social para que, tal como dice el lema de los padres TEA, "festejemos todos".
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