Afortunadamente, luego de un enorme crecimiento social (al cual todavía le falta bastante), la conciencia va ganando terreno y se ha bajado mucho el consumo de petardos y bombas en comparación a otros años en el distrito.
En Rodríguez, los vecinos han coincidido en que mayormente han notado menor cantidad de "ruido" en el festejo de la Navidad, y aunque también percibieron un incremento en Año Nuevo en algunos barrios, la realidad es que no se registraron heridos de gravedad por el uso de pirotecnia.
La situación no puede separarse del contexto que se vive en todo el país, donde se ha profundizado la concientización para empezar a cambiar el paradigma de los festejos en ambas fechas festivas, reforzando la misma con la implementación de leyes y ordenanzas que prohíben la comercialización y uso de productos pirotécnicos. Así, empieza a terminarse una tradición de tantos años y que tanta polémica generaba.
En vísperas de Año Nuevo se pudieron ver puestos de venta en algunos puntos del distrito, como por ejemplo en Malvinas, cerca de la estación. Se espera que a nivel local los años venideros tengan cada vez menos pirotecnia en las calles con la activación, en marzo próximo, de la ordenanza que las prohíbe y que se aprobó en noviembre. 
