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Ocurrió el pasado miércoles 8 de enero en horas de la mañana, alrededor de las 7 horas, en una vivienda de la manzana 34.
Con moretones y cortes: así terminó el vecino que frustró el robo en la casa de Bicentenario.
No había nadie. Mónica se había ido de su casa hacia Capital Federal con su hija menor discapacitada para llevarla a un hospital. Su hija mayor ya se había ido a trabajar al igual que su marido.
Era el momento perfecto para el robo que, según Mónica, "ya vendrían estudiando de antes". Un delincuente saltó un paredón y, violentando la puerta trasera, ingresó a la casa.
Los ladridos del perro, fuertes y constantes, alertaron al vecino de la casa de al lado, que rápidamente se acercó a ver lo que ocurría y ahí descubrió que un joven de alrededor de 20 años pretendía llevarse una moto de la propiedad.
"Mi hija más grande no cerró el candado del portón delantero al irse, así que mi vecino pudo entrar por ahí a la casa", dijo Mónica a La Posta. El hombre forcejeó y se trenzó en una lucha cuerpo a cuerpo con el delincuente para evitar el robo. "Se terminó resbalando y cayendo mientras forcejeaba con el ladrón y éste aprovechó para escapar", cerró la mujer, que agradeció el gesto de su vecino y manifestó que radicó la denuncia en la Comisaría 1°.
