Le ocurre a una familia del barrio Pico Rojo. El pasado jueves 16 de enero en horas de la tarde, alrededor de las 16.30 horas, el poste sobre el que estaba el artefacto cayó sobre el techo de su casa. Fue el último episodio de una larga historia de problemas con ese transformador.
Para Karina Chamorro, vecina de la calle Acevedo entre Alzaga y Allende, en barrio Pico Rojo, el transformador de Edenor ubicado en la vereda de su casa es un serio dolor de cabeza.
La mujer, que vive junto a sus dos hijas de 21 y 11 aseguró a La Posta que "vivo desde que nací en el barrio y hace 12 años hice mi casa en este lugar. El poste es un palo de palmera que ya tiene 24 años y que lo ataron a otro palo para reforzarlo, pero no daba mucha seguridad. Y el transformador siempre trajo problemas".
Según Chamorro, chispazos generó en múltiples ocasiones pero en 2014 el artefacto explotó tres veces en menos de 24 horas y la empresa debió cambiarlo en todas esas ocasiones. "Muchas veces los vecinos me socorrieron y así evitamos que mi casa se incendiara", manifestó.
En febrero de 2019, a causa de los riesgos que implicaba el transformador allí, la vecina solicitó a través de una carta formal (firmada por varios vecinos) a Edenor la remoción del equipo pero la empresa le indicó que le pasaría la "cotización" por dicha acción.
Este jueves 16 de enero a las 16.30 horas, el poste se cayó y el pesado artefacto terminó arriba de su techo. "Tuve rotura de techo, rajaduras en la pared, derrame del líquido del transformador por las paredes", indicó. Y agregó que personal de la empresa se acercó y cambió el transformador y el poste pero lo colocaron "sólo a diez metros de donde estaba, y además "es otra palmera puesta rápidamente y sin brea, la cual corre el mismo riesgo que la anterior. Está puesta así nomás, con tierra y apisonada".
La carta de Karina a Edenor y la respuesta recibida